Qué hacer ante un resultado inesperado de un análisis de sangre

Un error humano puede dar lugar a un trabajo de laboratorio inexacto.

Los médicos y los profesionales de la medicina analizan muestras de sangre con diversos fines. Los análisis de laboratorio pueden determinar la cantidad de anticoagulante que hay que administrar a un paciente que acaba de sufrir un infarto, por ejemplo, o para diagnosticar el cáncer. Una de las partes más importantes de un chequeo anual es la muestra de sangre que se toma durante la visita rutinaria al consultorio, que detecta afecciones comunes.

Los análisis de laboratorio son parte integral de la práctica de la medicina moderna.

Sin embargo, los resultados de un análisis de sangre, especialmente si es inesperado o indica una afección potencialmente grave, no deben tomarse necesariamente como la última palabra. Los resultados de una sola prueba de laboratorio pueden ser engañosos.

La regulación y la precisión de los análisis varían según el laboratorio. Hable con su médico sobre los resultados inesperados.

La mayoría de las muestras de sangre se envían a laboratorios independientes para su análisis. Según la ley federal, si un laboratorio sólo realiza ciertas pruebas «de rutina», no recibe la supervisión de los reguladores federales, lo que puede conducir a una mayor probabilidad de errores. Según el informe de investigación del Milwaukee Journal-Sentinel, incluso los laboratorios inspeccionados y regulados cometen errores que implican:

• Productos caducados utilizados para detectar el cáncer
• Muestras de sangre o donaciones que no se mantienen refrigeradas
• Muestras incorrectamente etiquetadas
• Muestras de pacientes cambiadas
• Falta de control de calidad en la precisión para las pruebas de herpes y defectos genéticos

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Potencialmente millones de errores de laboratorio ocurren cada año. Un enfoque proactivo puede ayudar a reducir el riesgo de un diagnóstico erróneo.

Se estima que entre siete y diez millones de pacientes reciben un resultado inexacto de un análisis de sangre anualmente.

Aproximadamente 35.000 laboratorios realizan pruebas de alta complejidad. Muchos más realizan pruebas de rutina y no están sujetos a la inspección cada dos años de los reguladores federales. En 1988, el Congreso aprobó una ley para reducir los costes de las pruebas de laboratorio disminuyendo la supervisión federal. Las pruebas «exentas» están pensadas para que los errores sean una posibilidad muy pequeña. Sin embargo, los errores se producen incluso en las pruebas exentas. Por ejemplo, algunos técnicos de laboratorio pueden no seguir las instrucciones de las pruebas, o pueden suponer incorrectamente que ligeras desviaciones no tendrán ningún efecto en los resultados de una prueba determinada.

En 1988, sólo ocho análisis de sangre cumplían los criterios de «exención». Ahora, se realizan más de 3.000 pruebas de este tipo sin supervisión.

Reducir los resultados inexactos de los análisis de sangre: Cómo ayudar a mejorar la precisión de los resultados de los análisis de sangre

Los pacientes tienen derechos legales y pueden opinar sobre su atención. Si ha recibido resultados de análisis de sangre inesperados y/o inexactos, los siguientes pasos pueden ayudarle a garantizar que los resultados sean precisos:

• Hable con su médico. Si sus resultados de laboratorio son inesperados o son diferentes a los históricamente normales para usted, hable con su médico sobre lo que esto podría significar. Pregunte específicamente si pudo haber un error o si los resultados podrían indicar más de una condición médica. Su médico puede estar dispuesto a enviar otra muestra a un laboratorio diferente.
• Investigue el problema médico en cuestión. Aunque no quiera diagnosticarse a sí mismo, varios recursos pueden ayudarle a hablar de sus síntomas con su médico. Además, ayuda a entender lo que significan los resultados de las pruebas de laboratorio. Si la forma en que se siente o sus síntomas parecen no coincidir con su diagnóstico, una segunda opinión puede ayudar.
• Obtenga una segunda opinión. Para cualquier diagnóstico serio, o si cree que su médico no está tomando en serio sus síntomas, debe sentirse cómodo pidiendo una segunda opinión. No es grosero ni innecesario para asegurarse de que se le diagnostica con precisión. Cuando se trata de su salud, los médicos entienden que usted puede querer una segunda opinión, y muchos animan activamente a los pacientes a obtener una segunda opinión para las condiciones graves.

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La medicina moderna es de ritmo rápido y se rige por consideraciones de costo. Como paciente, es útil recordar que tenemos derechos y la capacidad de ayudar a mejorar nuestra propia salud. Y, si los médicos, los hospitales y otras personas actúan con negligencia, tenemos el derecho legal de exigirles responsabilidades.