Cuando el material activo de las placas ya no puede sostener una corriente de descarga, una batería «muere». Normalmente, una batería de coche (o de arranque) «envejece» a medida que el material activo de las placas positivas se desprende (o se escama) debido a la expansión y contracción normales que se producen durante los ciclos de descarga y carga. Esto provoca una pérdida de capacidad de las placas y un sedimento marrón, llamado lodo o «barro», que se acumula en el fondo de la caja y puede provocar un cortocircuito en las placas de una celda. Esto matará la batería tan pronto como se produzca el cortocircuito. En climas cálidos, otras causas de fallo son el crecimiento de la rejilla positiva, la corrosión del metal de la rejilla positiva, la contracción de la rejilla negativa, el pandeo de las placas o la pérdida de agua. Las descargas profundas, el calor, las vibraciones, la carga rápida y la sobrecarga aceleran el proceso de «envejecimiento». Aproximadamente el 50% de los fallos prematuros de las baterías de los coches se deben a la pérdida de agua para la recarga normal debido a la falta de mantenimiento, a la evaporación por el alto calor bajo el capó o a la sobrecarga. El crecimiento de la rejilla positiva y la infracarga que provoca la sulfatación también causan fallos prematuros.
Las baterías de ciclo profundo normalmente bien mantenidas y correctamente cargadas mueren de forma natural debido a la corrosión de la rejilla positiva que provoca una conexión abierta. El desprendimiento de material activo es una causa adicional. Si la batería de ciclo profundo se deja descargada durante un largo período de tiempo, pueden producirse cortocircuitos de dendritas entre las placas cuando se recarga la batería. El puente de baja resistencia en la celda en cortocircuito se calentará y hervirá el electrolito de la celda provocando un alto volumen de hidrógeno y oxígeno. Por eso es tan importante una ventilación adecuada cuando se recargan las baterías. Aproximadamente el 85% de los fallos prematuros de las baterías de ciclo profundo y de arranque que no se recargan con regularidad se deben a la acumulación de sulfatación. La sulfatación se produce cuando el estado de carga de una batería cae por debajo del 100% durante largos periodos de tiempo o cuando no se carga. Los cristales duros de sulfato de plomo llenan los vaciados y recubren las placas. Recargar una batería sulfatada es como intentar lavarse las manos con los guantes puestos.
En un clima cálido, el entorno más duro para una batería, un estudio de Johnson Controls sobre baterías basura reveló que la vida media de una batería de coche era de 37 meses. En otro estudio norteamericano realizado por BCI, la vida media era de 48 meses. En un estudio de Interstate Batteries, la esperanza de vida en condiciones de calor extremo era de 30 meses. Si la batería de tu coche tiene más de tres años y vives en un clima cálido, probablemente tu batería esté viviendo de prestado. Un arranque anormalmente lento, especialmente en un día frío, es otro buen indicio de que su batería se está estropeando. Debería recargarse externamente, eliminar la carga superficial y comprobar la carga. Las baterías muertas casi siempre ocurren en los momentos más inoportunos. Puede gastar fácilmente el coste de una batería nueva o más para un arranque de emergencia, un remolque o un viaje en taxi
La mayoría de las baterías «defectuosas» devueltas a los fabricantes durante los períodos de garantía de sustitución gratuita son buenas. Esto sugiere fuertemente que algunos vendedores de baterías nuevas no saben o no se toman el tiempo para recargar y probar correctamente las baterías.
El artículo anterior es cortesía de jgdarden.com
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