Las investigaciones sugieren que la mayor parte de nuestra comunicación se realiza de forma no verbal. El lenguaje corporal lo abarca todo, desde la postura hasta las expresiones faciales, y puede revelar el estado interior y el humor de una persona.
Vea también nuestra infografía sobre el lenguaje corporal masculino.
La mayoría de las manifestaciones del lenguaje corporal no son intencionadas y se «filtran» sin que nos demos cuenta. Muchos gestos humanos son universalmente aceptados, como la risa o el llanto, y pueden ser entendidos por casi todas las personas de forma instintiva. Los gestos pueden informarnos sobre la postura individual de una persona y su relación con los demás, por ejemplo en el caso del «mirroring», en el que las personas que se ponen de acuerdo copian inconscientemente la postura y el lenguaje corporal de los demás. El lenguaje corporal a menudo se realiza al mismo tiempo que el discurso, lo que hace que sea más difícil leerlo conscientemente.
Las manifestaciones del lenguaje corporal no siempre son positivas; el lenguaje corporal agresivo o dominante puede representarse con frecuencia en diversas situaciones sociales. A menudo, el comportamiento dominante se asocia con el comportamiento masculino alfa.
Puedes aprender a detectar los comportamientos dominantes buscando las siguientes características:
1. Tamaño
Los individuos dominantes harán gestos y se postularán para aumentar su tamaño. Esto se ve incluso en el reino animal, por ejemplo cuando los pájaros machos alfa abanican sus plumas, o los gatos esponjan sus colas. En los seres humanos, la agresividad puede mostrarse colocando las manos en las caderas, manteniéndose erguido a la máxima altura y posicionándose muy cerca de aquellos a los que se quiere intimidar.
2. Expresión facial
El rostro pone de manifiesto muchos rasgos de dominación, como fruncir el ceño, fruncir los labios, mantener el contacto visual directo y mantener la cabeza quieta al escuchar y hablar.
3. Dirigir
Las personas dominantes dirigirán desde el frente, a menudo pasando por las puertas antes que los demás y caminando por delante de la multitud.
4. Tocar
Tocar libremente a otras personas de forma no emocional (como una palmada firme en la espalda) es otro signo de dominación. En este caso, el hombre o la mujer dominante está mostrando su superioridad al elegir a quién va a honrar con su muestra de apoyo. Las personas dominantes no aceptarán este comportamiento a cambio.
Cuando dos personas se encuentran por primera vez, especialmente cuando ambas partes son masculinas, normalmente se puede presenciar una muestra de comportamiento dominante de macho alfa. Puede que no sea tan dramático como la cola de un pavo real, pero estos comportamientos dominantes cotidianos pueden verse en todas partes:
1. El apretón de manos
El individuo dominante colocará firmemente su mano encima con la palma hacia abajo. Normalmente, el apretón será firme y sostenido hasta que el macho alfa decida romperlo. Un apretón de manos sostenido muestra un nivel de control sobre la otra persona.
2. Contacto visual
El contacto visual continuado, normalmente sin parpadear, junto con el apretón de manos firme consolida aún más la dominación.
3. Hablar
El comportamiento dominante también es verbal; para reforzar su lenguaje corporal, un macho alfa suele hablar antes que nadie y, por tanto, controlar las conversaciones.
Los beneficios psicológicos de las muestras prolongadas de lenguaje corporal dominante incluyen el aumento de la confianza y de los niveles de energía. Las demostraciones de lenguaje corporal dominante no sólo proporcionan al actor una ventaja psicológica; los estudios han demostrado que la postura y las expresiones faciales también tienen efectos fisiológicos. Estar de pie puede hacer que los individuos sean menos sensibles al dolor (Bohns y Wiltermuth, 2012) y adoptar una «postura de poder» con las piernas ligeramente separadas afecta a nuestros niveles hormonales (Carney, Cuddy y Yap, 2010).
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