Zonificación, método legislativo de control del uso del suelo mediante la regulación de consideraciones como el tipo de edificios (por ejemplo, comerciales o residenciales) que pueden erigirse y la densidad de población. Aplicado principalmente a las zonas urbanas, se lleva a cabo dividiendo la superficie del suelo en distritos de zonificación, cada uno de los cuales tiene condiciones específicas en las que el suelo y los edificios pueden desarrollarse y utilizarse legalmente. En combinación con otras técnicas de planificación urbana, la zonificación es un instrumento importante para conseguir un mayor orden físico en las ciudades.
La primera forma de zonificación se inspiró en los controles arquitectónicos y de diseño urbano introducidos en las ciudades europeas hacia finales del siglo XIX. De acuerdo con las competencias municipales establecidas desde hacía tiempo, las ciudades alemanas y suecas aplicaron normas de zonificación hacia 1875 a los nuevos terrenos que se urbanizaban alrededor de los núcleos urbanos más antiguos, como forma de controlar las alturas y las concentraciones de edificios y evitar los problemas de congestión. Gran parte del orden de las ciudades alemanas y suecas y de la calidad constante de la línea y la altura de los edificios se debe al establecimiento temprano de normativas detalladas de zonificación y a su aplicación generalizada en la época de mayor actividad constructiva que surgió de la Revolución Industrial.
La zonificación en Estados Unidos, por el contrario, se ha centrado más en la función social y económica para la que se utiliza el suelo que en criterios arquitectónicos y de planificación del terreno. Las primeras ordenanzas de zonificación de Estados Unidos -alrededor de principios del siglo XX- estaban motivadas por la necesidad de regular la ubicación de las actividades comerciales e industriales.
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