Wayne Bertram Williams nació el 27 de mayo de 1958 en Atlanta, Georgia. Poco se ha informado sobre los primeros años de la vida de Williams, pero su viaje público a la infamia comenzó el 28 de julio de 1979, cuando una mujer de Atlanta se encontró con dos cadáveres escondidos bajo los arbustos a un lado de la carretera. Ambos eran hombres, negros y niños: Edward Smith, de 14 años, cuya desaparición se había denunciado una semana antes, fue tiroteado con un arma del calibre 22. La otra víctima, Alfred Evans, de 13 años, fue dada por desaparecida tres días antes. Evans fue asesinado por asfixia.
Este descubrimiento marcaría el inicio de una cadena de asesinatos que duró 22 meses en Atlanta y que se conoció como los Asesinatos de Niños de Atlanta, y que continuaría a finales de septiembre, cuando Milton Harvey, de 14 años, también fue encontrado muerto. A finales de 1979 se produjeron otras dos víctimas infantiles: Yusef Bell había sido estrangulado, y Angel Lenair estaba atada a un árbol con las manos atadas a la espalda, también estrangulada.
Primera ruptura del caso
Cuando dos cuerpos más continuaron la tendencia en la primavera de 1980 y se denunció la desaparición de una niña de 7 años, se llamó al FBI para que ayudara a la policía local. Iniciaron una gran investigación, y un perfilador del FBI trabajó también en el caso. Hasta ese momento, los cuerpos de las víctimas se encontraban en zonas boscosas, pero en abril de 1981, el asesino cambió su modus operandi: ahora los cuerpos eran arrojados al río Chattahoochee. Esto permitió a los investigadores acotar su búsqueda, y pronto vigilaron los 14 puentes que cruzan el río en la zona de Atlanta.
A finales de mayo, un grupo de agentes de la ley que vigilaba el río escuchó un fuerte chapoteo alrededor de las 3 de la madrugada. El conductor era Wayne Williams, un fotógrafo autónomo negro de 22 años. La policía no tenía ni idea de qué era el chapoteo en ese momento, así que tuvo que dejar marchar a Williams. Sin embargo, dos días después se encontró el cuerpo de Nathaniel Cater, de 27 años, río abajo, y Williams fue llevado para ser interrogado. La coartada de Williams resultó ser débil y no superó varias pruebas de polígrafo.
Detención y juicio
El 21 de junio de 1981, Williams fue detenido, y el 27 de febrero de 1982 fue declarado culpable de los asesinatos de Cater y de otro hombre, Jimmy Ray Payne, de 21 años. La condena se basó en pruebas físicas -fibras que coincidían con las encontradas en las víctimas y en las posesiones personales de Williams- y en los relatos de los testigos, y fue condenado a dos cadenas perpetuas consecutivas.
Una vez finalizado el juicio, los agentes de la ley declararon su convencimiento de que las pruebas sugerían que Williams estaba probablemente relacionado con otras 20 de las 29 muertes que el grupo de trabajo había estado investigando. La secuenciación del ADN de los cabellos encontrados en diferentes víctimas reveló una coincidencia con el propio cabello de Williams, con una certeza del 98 por ciento. Pero ese 2 por ciento de duda fue suficiente para evitar nuevas condenas.
Aunque se realizaron esfuerzos posteriores -encabezados por sus propias protestas- para demostrar la inocencia de Williams, los asesinatos cesaron una vez que fue encarcelado.
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