Las pruebas de natación de los Juegos de la Commonwealth de Glasgow están entre las primeras del calendario. Australia y el Reino Unido tienden a hacerlo bastante bien en las pruebas de natación -al igual que Canadá-, por lo que es una excelente oportunidad para aprender un poco sobre la importantísima salida de la zambullida de natación mientras vemos competir a nuestros nadadores.

La salida de la zambullida de natación está muy relacionada con el rendimiento general durante la competición. De hecho, la salida puede contribuir entre el 0,8 y el 26,1% del tiempo total de la carrera, dependiendo de la distancia de la misma.

Obviamente, es importante que los nadadores de élite dominen la salida de la zambullida.

La salida de la zambullida de natación se define como el tiempo que transcurre desde la señal de salida (la pistola o el pitido) hasta que el centro de la cabeza del nadador alcanza los 15 metros de la piscina. Los nadadores de élite pueden realizar normalmente una salida entre 5,5 y 8s.

La salida de natación se divide en tres fases:

  1. en bloque
  2. vuelo
  3. bajo el agua.

La contribución porcentual media de cada fase de la salida para los nadadores de élite es del 11% (0,74s) que se gasta en la fase en bloque, el 5% (0,30s) en la fase de vuelo, el 56% (3,69s) en la fase subacuática y el 28% (1,81s) en el nado libre.

Fase en bloque: El tiempo transcurrido desde la señal de salida hasta que la punta del pie del nadador abandona el bloque.

Jessicah Schipper y Stephanie Rice en la fase en bloque. EPA/Kim Ludbrook

Fase de vuelo: El tiempo que transcurre desde que la punta del pie del nadador sale del bloque hasta que entra en el agua.

Eamon Sullivan en una fase de vuelo. AAP/Tertius Pickard

Fase de entrada al agua: El tiempo que transcurre desde que el nadador entra en el agua hasta que la cabeza del nadador rompe la superficie del agua.

James Magnussen en una fase subacuática. EPA/Patrick B Kraemer

La fase subacuática es la más larga de una salida de natación -puede suponer el 95% de la variación en el tiempo de salida- y es la más decisiva a la hora de determinar la eficacia del rendimiento general de la salida, ya que es cuando el nadador se desplaza a mayor velocidad por el agua.

¿Qué hace que la salida sea perfecta?

Es importante recordar que la salida más rápida no es siempre la que entra primero en el agua. Las salidas más rápidas son las que pueden mantener la mayor velocidad durante más tiempo después de entrar en el agua.

Antes de entrar en el agua, un nadador debe aprender a maximizar su velocidad horizontal de despegue al mismo tiempo que reduce su tiempo de reacción, pero si un nadador no optimiza la fase subacuática, el aumento de su velocidad horizontal de despegue no será ventajoso para el rendimiento de la salida.

Hay una serie de factores que afectan al nadador después de entrar en el agua que determinan cuánta velocidad se mantiene durante la fase subacuática y, a su vez, el resultado general de la salida. Estos incluyen:

  • Ser lo más aerodinámico posible
  • Empezar a nadar de forma ondulatoria bajo el agua (patada de delfín) después de unos 6m
  • Generar una patada de propulsión utilizando sólo los pies y las piernas durante la fase de patada bajo el agua.

El nadador también puede variar la profundidad a la que nada, aunque esto afectará a la cantidad de arrastre que actúa sobre el nadador y puede afectar a la trayectoria de la fase subacuática. Específicamente, el momento de la primera patada del nadador, su profundidad máxima y la trayectoria subacuática utilizada tendrán la mayor influencia en el rendimiento general de la salida.

Si la profundidad máxima de un nadador es demasiado profunda, pasará más tiempo viajando hacia la superficie, y si la profundidad máxima del nadador es demasiado superficial, experimentará mayores fuerzas de arrastre actuando sobre él.

De manera similar, comenzar la primera patada demasiado pronto aumentará la cantidad de arrastre que actúa sobre el nadador.

La trayectoria ideal bajo el agua

Sin título. Elaine Tor

A través de una serie de estudios de investigación se han detallado en la figura anterior una serie de pautas teóricas para la trayectoria subacuática ideal, pero la trayectoria subacuática óptima también dependerá de las características antropométricas de cada nadador y de su capacidad de patada subacuática.

Al utilizar estas recomendaciones los nadadores son capaces de adoptar la trayectoria subacuática ideal que reducirá la cantidad de resistencia que actúa en sentido contrario para frenar al nadador.

Como resultado podrán mantener una mayor velocidad durante más tiempo y prepararse para una mejor salida.