Por Micah Morrison, redactor de la página editorial del Wall Street Journal.

MENA, Ark. — Los reporteros que ahora recorren Arkansas están sacando a relucir muchas historias que pueden tener sólo una relación fugaz con Whitewater o los Clinton, pero que merecen ser contadas simplemente por su encanto barroco. Y ninguna es más barroca que la historia del Aeropuerto Regional Intermontano de Mena, un lugar relacionado con la renovación de aviones, aparentes operaciones de la CIA y un traficante de drogas confeso.

Incluso hay una petición pública para que el abogado especial Robert Fiske investigue los posibles vínculos entre Mena y la asociación de ahorros y préstamos implicada en Whitewater. La petición fue realizada por el Comité de Arkansas, un grupo de izquierdas formado por antiguos estudiantes de la Universidad de Arkansas que han seguido cuidadosamente el asunto de Mena durante años.

Aunque una conexión con Whitewater es puramente especulativa, Mena parece ciertamente una oportunidad fructífera para una investigación exhaustiva, por parte del Sr. Fiske o de cualquier otra autoridad competente. Está claro que en el aeropuerto de Mena ocurrieron cosas inusuales.