Productos naturales: Esta categoría es la forma más popular de CAM, utilizada por más del 15% de la población estadounidense. Entre ellos se encuentran las hierbas medicinales, las vitaminas, los minerales y los productos que se venden sin receta como suplementos dietéticos. Para ver una lista de posibles suplementos, haga clic aquí.

Medicina mental y corporal: Uso de prácticas de mente y cuerpo que se centran en las interacciones entre el cerebro, la mente, el cuerpo y el comportamiento, para afectar al funcionamiento físico y promover la salud. Algunos ejemplos son: Meditación, yoga, acupuntura, ejercicios de respiración profunda, hipnoterapia, relajación progresiva y tai chi.

Prácticas manipulativas y corporales: Estas prácticas se centran principalmente en las estructuras y sistemas del cuerpo, incluidos los huesos y las articulaciones, los tejidos blandos y los sistemas circulatorio y linfático. La manipulación de la columna vertebral y el masaje entran en esta categoría.

La medicina energética se encuentra entre las terapias más controvertidas de la CAM. Estas terapias implican la manipulación de varios campos de energía para afectar a la salud. Las prácticas más comunes incluyen las que implican campos electromagnéticos (magnetoterapia y luminoterapia).

Muchas de las terapias de medicina complementaria y alternativa no han sido evaluadas en rigurosos ensayos clínicos controlados, como ha sido la norma para las farmacoterapias utilizadas en la medicina occidental. En un intento de abordar esta limitación, el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa, que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud, ha desarrollado una presencia internacional en el campo de la medicina complementaria y alternativa. Con la misión de explorar y evaluar las terapias complementarias y alternativas, supervisa muchos proyectos de investigación en Estados Unidos: si son seguros y si funcionan.

Al igual que con cualquier tratamiento médico, puede haber riesgos con las terapias de medicina complementaria y alternativa. Y, aunque es importante ser consciente de los riesgos, también es alentador oír hablar de las terapias de medicina complementaria y alternativa utilizadas por muchos enfermos de NP. Al igual que las terapias convencionales, no hay un tratamiento que funcione para todos. A veces han tenido que probar varias terapias diferentes, pero algunos han encontrado alivio. Puede tratarse de un pequeño y efímero alivio, pero cuando se vive con el dolor y los síntomas diarios de la NP, puede ser un bienvenido respiro. El verdadero objetivo es encontrar un tratamiento que sea seguro y que no le haga ningún daño.

Las terapias complementarias y alternativas no deben sustituir su atención convencional. El mejor enfoque es integrar estas terapias con sus tratamientos actuales.

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