Aunque no hay requisitos federales para los códigos de vestimenta en la oficina, aparte de los relativos a la discriminación de género o religiosa, la mayoría de las empresas tienen alguna política relativa a la vestimenta adecuada en el lugar de trabajo. Ya sea que su empresa requiera una vestimenta profesional, que promueva un ambiente de trabajo informal o que su empresa dicte un uniforme estándar, hay varios beneficios a considerar para implementar una política de código de vestimenta con sus empleados.

Establece expectativas claras

Independientemente de su código de vestimenta en la oficina, establecer pautas y políticas claras para la vestimenta en el lugar de trabajo aliviará cualquier ambigüedad entre los empleados. Por ejemplo, si su oficina se inclina hacia lo informal, pero usted prefiere que los empleados se vistan de manera más profesional para las reuniones de negocios, la definición de estas directrices eliminará cualquier confusión y establecerá un precedente claro sobre las expectativas de la empresa. Esto también debería incluir el refuerzo de sus políticas sobre diversidad e inclusión en el lugar de trabajo, especialmente en la dinámica fuerza laboral actual, con diferentes culturas trabajando juntas.

Puede poner su mejor pie adelante

El establecimiento de directrices para la vestimenta de la oficina también puede dar forma a la imagen que le gustaría proyectar para su negocio. Si se trata de una pequeña empresa que quiere parecer más grande y establecida, pedir a los empleados que se vistan de forma más profesional puede ayudar. Por otro lado, hacer saber a los empleados que no es aceptable una vestimenta desaliñada también puede evitar proyectar una imagen de empresa que quizá no esté preparada para el «prime-time». La apariencia externa de usted y de sus empleados contribuirá en gran medida a determinar el tono que desea establecer, y también puede ayudar a elevar una percepción positiva de su empresa.

Construya el profesionalismo entre sus empleados

Establecer algún tipo de código de vestimenta también puede ayudar a aumentar el orgullo que sus empleados tienen de sí mismos como miembros de su empresa. Transmitir un comportamiento profesional, incluso uno que pueda ser un poco más relajado e informal, establece un tono profesional que se traducirá en todas las facetas de la comunicación que sus empleados tienen con las partes externas, así como entre ellos.

Elimina cualquier confusión

Establecer políticas para la vestimenta de la oficina también puede ayudar a aliviar cualquier confusión que los empleados puedan tener en lo que respecta a lo que se considera una vestimenta apropiada o inapropiada. También puede disminuir la cantidad de tiempo que los gerentes tienen que pasar abordando las directrices del código de vestimenta con los empleados individuales.

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Autor

Roselle Rogers
Vicepresidenta de Diversidad, Equidad e Inclusión
Circa