Las hemorragias pueden producirse en distintos momentos del embarazo. Aunque la hemorragia es alarmante, puede ser o no una complicación grave. El momento de la hemorragia en el embarazo, la cantidad y si hay o no dolor pueden variar dependiendo de la causa.

El sangrado en el primer trimestre del embarazo es bastante común. El sangrado durante el embarazo puede deberse a lo siguiente:

  • Aborto (pérdida del embarazo).
  • embarazo ectópico (embarazo en la trompa de Falopio).
  • Enfermedad trofoblástica gestacional (una enfermedad rara que puede ser cancerosa en la que se desarrolla una masa de tejidos fetales y placentarios en forma de uva).
  • Implantación de la placenta en el útero.
  • Infección.

El sangrado al final del embarazo (después de unas 20 semanas) puede deberse a lo siguiente:

  • placenta previa (la placenta está cerca o cubre el orificio cervical).
  • desprendimiento de la placenta (la placenta se desprende prematuramente del útero).
  • causa desconocida.

¿Qué es la placenta previa?

La placenta previa es una condición en la que la placenta se adhiere cerca o cubre el cuello uterino (abertura del útero). La placenta previa se produce aproximadamente en uno de cada 200 nacimientos vivos. Existen tres tipos de placenta previa:

  • Placenta previa total: la placenta cubre completamente el cuello uterino.

  • Placenta previa parcial – la placenta está parcialmente sobre el cuello uterino.

  • Placenta previa marginal – la placenta está cerca del borde del cuello uterino.

Causas de la placenta previa

Se desconoce la causa de la placenta previa, pero se asocia a ciertas afecciones que incluyen las siguientes:

  • Mujeres que tienen cicatrices en la pared uterina por embarazos anteriores.
  • Mujeres que tienen fibromas u otras anomalías del útero.
  • Mujeres que han tenido cirugías uterinas previas o partos por cesárea.
  • Madres mayores (de más de 35 años).
  • Madres afroamericanas o de otras razas minoritarias.
  • Fumar cigarrillos.
  • placenta previa en un embarazo anterior.

¿Por qué es preocupante la placenta previa?

El mayor riesgo de la placenta previa es el sangrado (o hemorragia). La hemorragia suele producirse cuando la parte inferior del útero se adelgaza durante el tercer trimestre del embarazo en preparación para el parto. Esto hace que la zona de la placenta que cubre el cuello uterino sangre. Cuanto más parte de la placenta cubra el orificio cervical, mayor será el riesgo de hemorragia. Otros riesgos son los siguientes:

  • Implantación anormal de la placenta.
  • retraso del crecimiento fetal.
  • Parto prematuro.
  • defectos de nacimiento.
  • infección después del parto.

¿Cuáles son los síntomas de la placenta previa?

El síntoma más común de la placenta previa es una hemorragia vaginal de color rojo intenso y no asociada a sensibilidad o dolor abdominal, especialmente en el tercer trimestre del embarazo. Sin embargo, cada mujer puede presentar diferentes síntomas de la afección o los síntomas pueden parecerse a los de otras afecciones o problemas médicos. Consulte siempre a su médico para obtener un diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica la placenta previa?

Además de una historia clínica completa y un examen físico, se puede utilizar una ecografía (una prueba que utiliza ondas sonoras para crear una imagen de las estructuras internas) para diagnosticar la placenta previa. Una ecografía puede mostrar la ubicación de la placenta y la cantidad que cubre el cuello uterino. Una ecografía vaginal puede ser más precisa en el diagnóstico.

Aunque la ecografía puede mostrar una placenta baja al principio del embarazo, sólo unas pocas mujeres desarrollarán una verdadera placenta previa. Es habitual que la placenta se desplace hacia arriba y se aleje del cuello uterino a medida que el útero crece, lo que se denomina migración de la placenta.

Tratamiento de la placenta previa:

El tratamiento específico para la placenta previa será determinado por su médico en función de:

  • su embarazo, salud general e historial médico.
  • La extensión de la afección.
  • su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
  • expectativas para el curso de la afección.
  • su opinión o preferencia.

No existe ningún tratamiento para cambiar la posición de la placenta. Una vez que se diagnostica la placenta previa, a menudo se realizan exámenes ecográficos adicionales para rastrear su ubicación. Puede ser necesario el parto, dependiendo de la cantidad de sangrado, la edad gestacional y el estado del feto. El parto por cesárea es necesario en la mayoría de los casos de placenta previa. La pérdida de sangre grave puede requerir una transfusión de sangre.

¿Qué es el desprendimiento de la placenta?

El desprendimiento de la placenta es la separación prematura de una placenta de su implantación en el útero. Dentro de la placenta hay muchos vasos sanguíneos que permiten la transferencia de nutrientes al feto desde la madre. Si la placenta comienza a desprenderse durante el embarazo, se produce una hemorragia de estos vasos. Cuanto mayor sea la zona que se desprende, mayor será la cantidad de sangrado. El desprendimiento de la placenta se produce aproximadamente una vez por cada 120 nacimientos. También se denomina abruptio placenta.

¿Qué causa el desprendimiento de la placenta?

Aparte de un traumatismo directo en el útero, como el que se produce en un accidente de tráfico, se desconoce la causa del desprendimiento de la placenta. Sin embargo, se asocia a ciertas condiciones, entre las que se incluyen las siguientes:

  • embarazo previo con desprendimiento de la placenta.
  • hipertensión (presión arterial alta).
  • fumar cigarrillos.
  • embarazo múltiple.

¿Por qué es preocupante el desprendimiento de la placenta?

El desprendimiento de la placenta es peligroso por el riesgo de sangrado incontrolado (hemorragia). Aunque el desprendimiento de la placenta grave es poco frecuente, otras complicaciones pueden ser las siguientes:

  • hemorragia y shock.
  • coagulación vascular diseminada (CID): una complicación grave de la coagulación sanguínea.
  • Flujo sanguíneo deficiente y daños en los riñones o el cerebro.
  • Parto muerto.
  • Hemorragia posparto (después del parto).

¿Cuáles son los síntomas del desprendimiento de la placenta?

El síntoma más común del desprendimiento de la placenta es una hemorragia vaginal de color rojo oscuro con dolor durante el tercer trimestre del embarazo. También puede producirse durante el parto. Sin embargo, cada mujer puede experimentar los síntomas de forma diferente. Los síntomas pueden incluir:

  • sangrado vaginal
  • dolor abdominal
  • contracciones uterinas que no se relajan
  • sangre en el líquido amniótico
  • náuseas
  • sed
  • sensación de debilidad
  • disminución de los movimientos fetales

Los síntomas del desprendimiento de la placenta pueden parecerse a los de otras enfermedades. Consulte siempre a su médico para obtener un diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica el desprendimiento de la placenta?

El diagnóstico del desprendimiento de la placenta suele hacerse por los síntomas y la cantidad de sangrado y dolor. También se puede utilizar la ecografía para mostrar la localización de la hemorragia y comprobar el estado del feto. Existen tres grados de desprendimiento de la placenta, entre los que se encuentran los siguientes:

  • Grado 1 – pequeña cantidad de sangrado vaginal y algunas contracciones uterinas, sin signos de sufrimiento fetal o baja presión sanguínea en la madre.
  • Grado 2 – cantidad leve a moderada de sangrado, contracciones uterinas, la frecuencia cardíaca del feto puede mostrar signos de sufrimiento.
  • Grado 3 – hemorragia de moderada a grave o hemorragia oculta (escondida), contracciones uterinas que no se relajan (llamadas tetania), dolor abdominal, presión arterial baja, muerte fetal.

A veces el desprendimiento de la placenta no se diagnostica hasta después del parto, cuando se encuentra una zona de sangre coagulada detrás de la placenta.

Tratamiento del desprendimiento de la placenta:

El tratamiento específico para el desprendimiento de la placenta será determinado por su médico en función de:

  • su embarazo, estado general de salud e historial médico
  • extensión de la enfermedad
  • tolerancia a medicamentos, procedimientos o terapias específicas
  • expectativas de la evolución de la enfermedad
  • su opinión o preferencia

No existe ningún tratamiento para detener el desprendimiento de la placenta ni para volver a fijarla. Una vez que se diagnostica el desprendimiento de la placenta, el cuidado de la mujer depende de la cantidad de sangrado, la edad gestacional y el estado del feto. En la mayoría de los casos de desprendimiento de la placenta se realiza un parto por cesárea y puede ser necesario un parto de emergencia si se produce una hemorragia. La pérdida de sangre grave puede requerir una transfusión de sangre.