La miopía y el astigmatismo tienen en común que son defectos visuales producidos por errores de refracción. Esto ocurre porque la luz no se enfoca directamente sobre la retina, lo que provoca una visión borrosa y distorsionada . Sin embargo, entre estos dos defectos refractivos existen diferencias, tanto en las causas que los producen como en los síntomas visuales que provocan. La principal diferencia entre miopía y astigmatismo es que las personas miopes solamente presentan una mala visión de los objetos lejanos, mientras que de cerca ven bien; el astigmatismo, en cambio, produce visión borrosa a todas las distancias.
Otras diferencias entre miopía y astigmatismo
Además de la distancia en la que tienen lugar los problemas de visión, existen más diferencias entre estos dos problemas refractivos, que por otro lado son muy frecuentes y muchas veces aparecen de forma asociada. Es decir, es muy normal que las personas miopes sufran también de un cierto grado de astigmatismo. En ocasiones, el astigmatismo también coincide con otro defecto refractivo muy común: la hipermetropía.
Sin embargo, hay algunas distinciones concretas de ambos errores refractivos. Por ello, veamos más en detalle esas diferencias entre miopía y astigmatismo:
- La miopía se produce porque la luz procedente de los objetos se forma delante de la retina en vez de directamente sobre la misma. En el astigmatismo, en cambio, lo que ocurre es que la luz no se enfoca en la retina de forma uniforme y en un solo lugar, sino que se forma más de un punto de enfoque.
- La miopía se produce porque el ojo es más largo de lo normal o porque la curvatura de la córnea es excesiva. La causa del astigmatismo es, en todos los casos, una curvatura irregular de la córnea.
- La miopía aparece casi siempre en la infancia, tiende a crecer durante la etapa de desarrollo y se estabiliza en la adolescencia. El astigmatismo, sin embargo, puede aparecer a cualquier edad y es un defecto que se suele mantener estable
Dos efectos refractivos diferentes con un tratamiento y soluciones similares
A pesar de las diferencias entre miopía y astigmatismo apuntadas, no dejan de ser defectos refractivos (muchas veces asociados, tal y como hemos indicado), y esto provoca que sus tratamientos y soluciones sean similares.
El método tradicional para solucionar los problemas de miopía y astigmatismo son las gafas graduadas o las lentillas. Tras determinar el número exacto de dioptrías de miopía y astigmatismo existentes, se fabrican unas lentes personalizadas teniendo en cuenta las necesidades del paciente. De esta forma, cuando la luz pasa a través de las lentes, se corrige el defecto de refracción, produciéndose el desvío exacto para que la luz se enfoque sobre la retina. El resultado: una visión adecuada.
Pero para aquellos que deseen ver bien sin necesidad de ponerse gafas o lentillas existe la alternativa de la cirugía refractiva. Normalmente, en una misma intervención, de carácter ambulatorio, rápida, indolora y casi siempre con láser, en menos de diez minutos de operación efectiva y con una recuperación casi siempre muy rápida, es posible corregirlos problemas de refracción. Incluso si miopía y astigmatismo coinciden en el mismo paciente, ambos problemas pueden solucionarse mediante una única operación.
Por lo tanto, a pesar de las diferencias entre miopía y astigmatismo establecidas en este artículo, ambos errores refractivos acarrean problemas de visión para la persona en su día a día (sobre todo si se tienen varias dioptrías). Usar gafas y lentillas de manera permanente, o bien someterse a una cirugía refractiva, son las soluciones asociadas a estos problemas de la visión tan habituales en la población hoy en día.
Deja una respuesta