La adicción al juego, también conocida como ludopatía, puede ser un tipo de trastorno del control de los impulsos. Los jugadores compulsivos siguen jugando tanto si están bien como si están mal, sin dinero o con dinero, felices o deprimidos. Incluso cuando saben que las probabilidades están en su contra, incluso cuando no pueden permitirse perder, las personas con adicción al juego no pueden «dejar de apostar». El problema y la ludopatía pueden afectar a entre el 2 y el 4 por ciento de la población.
Comportamiento de juego desadaptativo persistente y recurrente, indicado por cinco (o más) de los siguientes:
Preocupación: La persona está preocupada por el juego y tiene pensamientos frecuentes sobre las experiencias de juego, sobre la planificación de la próxima aventura, o sobre la forma de conseguir dinero con el que jugar, etc.
Tolerancia: De forma similar a la tolerancia a las drogas, la persona necesita apostar con cantidades de dinero cada vez mayores para conseguir la emoción o el «subidón» deseado.
Pérdida de control: La persona ha realizado repetidos esfuerzos infructuosos para controlar, reducir o dejar de jugar
Retirada: La persona está inquieta o irritable cuando intenta reducir o dejar de jugar
Escape: La persona juega como una forma de escapar de los problemas o para aliviar un estado de ánimo disfórico (por ejemplo, sentimientos de impotencia, culpa, ansiedad, depresión)
Persecución: Después de perder dinero en el juego, la persona suele volver otro día para desquitarse («perseguir» sus pérdidas)
Mentir: Miente a los miembros de la familia, al terapeuta o a otras personas para ocultar el grado de implicación con el juego
Actividad ilegal: La persona ha cometido actos ilegales como falsificación, fraude, robo o malversación para financiar el juego
Relaciones de riesgo: La persona ha puesto en peligro o ha perdido una relación importante, un trabajo o una oportunidad educativa o profesional a causa del juego
Apoyo: Depende de otros, como amigos o familiares, para que le proporcionen dinero para aliviar una situación financiera desesperada causada por el juego
La conducta de juego no se explica mejor por un episodio maníaco
Juego normal frente a juego patológico o compulsivo. Juego patológico o compulsivo
El juego de azar se define como cualquier apuesta o apuesta para uno mismo o para otros, ya sea por dinero o no, sin importar lo leve o insignificante que sea, donde el resultado es incierto o depende del azar o de la «habilidad». La ludopatía se clasifica en cuatro tipos: social, profesional, problemática y patológica.
La ludopatía social suele producirse con amigos o compañeros de trabajo. El juego dura un periodo de tiempo limitado y las pérdidas están predeterminadas y son razonables. En el juego profesional, los riesgos son limitados y se ejerce disciplina.
La ludopatía se caracteriza por:
- Preocupación
- Ampliación de los intereses
- Continuación del comportamiento a pesar de las consecuencias adversas
- Intentos fallidos de reducción
Los jugadores patológicos:
- Tienen distorsiones de pensamiento como la negación, las supersticiones, el exceso de confianza o la sensación de poder y control
- Creen que el dinero es la causa y la solución de todos sus problemas
- Tienden a ser altamente competitivos, enérgicos, inquietos y se aburren con facilidad
- Suelen ser generosos hasta la manía o la extravagancia
- A menudo son adictos al trabajo o trabajadores compulsivos que esperan hasta el último momento antes de trabajar duro
Nota: Este trastorno se considera ahora menos un trastorno del control de los impulsos según el DSM-IV actualizado. Ahora se clasifica como un trastorno no relacionado con sustancias, lo que significa que se conceptualiza más como una conducta adictiva.
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