El título del blog de esta semana es ‘¿qué te inspira?’ y he estado pensando en ello durante unos días. Podría dar las respuestas normales de diferentes personajes famosos, o de aquellos que han pasado por la adversidad, o de mi familia y amigos. Aunque todo eso sería cierto, he estado pensando más profundamente en este tema de la inspiración y lo que me ha surgido es que ver a personas inspiradoras o escuchar un discurso inspirador está muy bien, pero ¿qué es lo que realmente nos impulsa a ti o a mí a actuar?

La definición del diccionario de Inspirar es llenar (a alguien) con el impulso o la capacidad de hacer o sentir algo, especialmente para hacer algo creativo. Cuando oyes hablar de una historia inspiradora, ¿te impulsa a hacer algo como resultado? Cuando pienso en los pasos valientes que he dado en mi vida, normalmente han venido de la inspiración de otros y han significado tanto para mí que me han impulsado a la valentía y a la acción.

Al pensar en esos momentos me he preguntado cuáles son los componentes de un encuentro tan inspirador con alguien que cambia tu vida de alguna manera?

1) Su historia resuena con tu historia de alguna manera. Algo de lo que han pasado o están pasando es similar a tu propia historia, pero tal vez han superado algún aspecto con el que todavía estás luchando.

2) Su carácter es lo que aspiras a tener en ti mismo. Algo en su forma de hablar y de ser te anima a alcanzarlo también.

3) Su mensaje es tan convincente que no puedes evitar actuar. Hay tantas necesidades ahí fuera y no podemos satisfacerlas todas por nuestra cuenta. Pero hay algunos mensajes que nos tocan de manera personal y a los que tenemos que responder.

Me encanta esa sensación de estar inspirado: que la historia de alguien, su carácter o su mensaje sean tan convincentes que no puedas dormir pensando en cómo podrías marcar la diferencia en el mundo de alguna manera. Sin la inspiración no se harían muchas cosas en el mundo. Pero la cosa no se queda ahí: nosotros también podemos ser una inspiración para los demás. Tu historia es muy importante. Si no cuentas tu historia a los demás, puede que nunca sepan que alguien ha superado lo que a ellos les cuesta. Nuestro carácter se desarrolla a diario. Cuando nos esforzamos por ser mejores personas, eso también se refleja en los demás. Por último, nuestro mensaje: todos tenemos un mensaje que queremos difundir en el mundo. Puede ser sobre la forma física, la familia, la comida o las finanzas. Sea lo que sea, la gente necesita oír ese mensaje.

Así que inspírate en los que te rodean y sé tú también una inspiración para los demás.