Recibimos devoluciones de vez en cuando y la mayoría de ellas se llevan a cabo sin problemas ya que hay muchas veces que la gente compra cosas que terminan no necesitando o tal vez su compra cosmética no era el color correcto. No tenemos ningún problema en este sentido. De vez en cuando, nos encontramos con buscadores de basura que sacan los recibos de la basura y luego intentan utilizarlos para devolver la mercancía robada. Por supuesto, siempre son de otros lugares y nunca de la tienda en la que estoy y normalmente siempre se les paga en efectivo.

Esta vez es un poco diferente. Este tipo vino con un recibo que la persona pagó con una tarjeta de débito. De hecho va a la fila de mi compañero de trabajo y al pasar la transacción, veo que el recibo está hecho jirones y parece obvio que estaba en la basura. Miro el recibo y me doy cuenta de que el recibo fue uno pagado con tarjeta de débito.

Yo(Supervisor a compañero de trabajo): ¿Está devolviendo todos estos artículos y en este recibo?

Trabajador: sí quiere un reembolso.

Yo(mira el recibo y al cliente): ¿Tiene la tarjeta de débito que utilizó para pagar esto?

Cliente: No, no la tengo.

Yo: Sin la tarjeta de débito, no puedo devolver esto por usted.

Cliente: ¿POR QUÉ NO?

No le voy a dar un por qué ya que sólo está pescando que le diga algo para que se enfade más como acusarle de robar o alguna otra excusa que pueda utilizar para que le diga que sí. Sólo voy a repetir lo que he dicho en primer lugar.

Yo: Sin la tarjeta de débito, no voy a devolver esto.

Cliente: ¿Por qué no? Tengo el recibo.

Yo: Lo siento, sin la tarjeta de débito utilizada para comprar esto, no voy a devolver esto.

Por supuesto, procede a ir a la farmacia para probar su suerte allí, pero fracasa y vuelve al frente y pide una bolsa para su «mercancía».

Más tarde, cuando tengo tiempo, reviso las cámaras. Y he aquí que entró en la tienda sin ninguna mercancía y arrancó los «artículos de devolución» de la estantería para llevarlos a la caja registradora para devolverlos.