¿Te sobresalta un ligero tirón? O es usted un consumidor habitual de drogas? Si asientes con la cabeza, debes estar preocupada por la seguridad de tu bebé dentro del vientre materno. El bebé en el vientre materno está protegido de forma natural contra las lesiones externas y los contaminantes internos, como las toxinas de las drogas que consumes o las bacterias dañinas. Vamos a descubrir cómo está protegido el bebé dentro del útero, pero antes debes saber cómo está protegido tu feto dentro del útero.
El útero de la madre es un lugar seguro para el feto, que lo protege de todos los agentes externos; ya sea luz, sonido o golpes y presión. El útero (matriz) está rodeado de huesos gruesos y fuertes que le ayudan a soportar el peso del feto en desarrollo hasta su nacimiento. Durante el embarazo, los ligamentos que unen el fondo uterino (parte superior del útero) a los fuertes huesos de la pelvis se hacen más gruesos y largos para proporcionar más estabilidad al útero. El líquido amniótico, la placenta y el tapón mucoso presentes en el cuello uterino forman una capa protectora en el útero para proteger al bebé.
- El líquido amniótico sirve de colchón al feto protegiéndolo de lesiones externas, golpes, movimientos bruscos, choques o cualquier presión en la barriga de la madre. Además, el líquido amniótico evita la pérdida de calor del cuerpo del feto regulando la temperatura dentro del vientre materno.
- La placenta sirve de barrera contra amenazas internas, como bacterias, fármacos y sustancias tóxicas presentes en el torrente sanguíneo de la madre.
- El tapón mucoso protege al feto de contaminantes externos, como bacterias y virus.
¿Cómo está protegido un bebé en determinadas condiciones?
Consumo de drogas: ciertas drogas, como la marihuana, la cocaína y la heroína, pueden llegar al feto a través de la placenta y dificultar el crecimiento y el desarrollo del bebé. Además, el nivel de drogas en tu torrente sanguíneo reduce la cantidad de oxígeno que puede llegar al feto. La adicción a las drogas ilícitas puede provocar un parto prematuro, bajo peso al nacer y el síndrome de alcoholismo fetal.
Correr- Correr se considera seguro durante el embarazo, sin embargo, debes tener en cuenta el consejo de tu médico antes de empezar a correr. Correr enérgicamente puede suponer un gran esfuerzo físico para la futura madre y la deshidratación causada por la carrera puede afectar a la irrigación sanguínea del bebé.
Deportes- Durante el embarazo, deben suspenderse las actividades que impliquen un mayor riesgo de caídas, como la equitación, el esquí acuático, el snowboard, etc. Cuando la barriga del bebé crece, el centro de gravedad del cuerpo cambia, por lo que puede resultar difícil mantener el equilibrio y ser propensa a las caídas. Las caídas durante el embarazo pueden provocar un desprendimiento de la placenta, que puede causar la muerte de la madre y del feto.
Si practica deportes de contacto, como kickboxing, judo o squash, corre el riesgo de recibir un golpe en la barriga, por lo que se desaconseja su práctica durante el embarazo.
Asimismo, absténgase de practicar deportes acuáticos, como el buceo. Cuando salgas a la superficie mientras buceas, pueden formarse burbujas de aire en el torrente sanguíneo y provocar coágulos en tu cuerpo. Esto cortará el suministro de oxígeno al feto y puede provocar un aborto. Las atracciones de feria son otro de los grandes peligros durante el embarazo, ya que el aterrizaje repentino o forzoso de una atracción puede romper la placenta y provocar un parto prematuro o detener el desarrollo del bebé.
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