Ronn Torossian, Fundador, 5WPR
Cuando la gente quiere saber qué es un influencer, a menudo lo que realmente está preguntando es: «¿Qué significa ser un influencer?». Puede sonar igual, pero hay una sutil y vital diferencia. Un influenciador es simplemente alguien que tiene influencia sobre las decisiones de compra de otros. En otras palabras, es alguien que tiene la influencia, la autoridad o la confianza de un determinado grupo de personas.
En el lenguaje del marketing, un influenciador es alguien que hace que otros tomen decisiones de consumo específicas. Entre los ejemplos de influenciadores fuertes se encuentran Michael Jordan o LeBron James que hacen que alguien compre zapatos, Aaron Rodgers que lleva a alguien a comprar una marca específica de seguro de automóvil, o una de las hermanas Kardashian que motiva a sus fans a comprar un tipo específico de maquillaje o ropa de ejercicio. En resumen, si una persona tiene la posición o el poder de hacer que otras personas elijan un producto en lugar de otro, se le considera un influenciador del mercado.
Pero eso no es lo mismo que ser un influencer. Ser un influenciador significa tomar el concepto de influencia y hacer que guíe las decisiones, desde la forma en que uno puede presentarse a sí mismo, hasta cómo se comporta en línea, y cómo una persona se relaciona con otros en línea. Para estas personas, es un trabajo, aunque no les paguen por ello… todavía.
Los influenciadores viven las marcas que representan
Como señaló Hamed Wardak, «Si un influenciador espera captar la atención de una marca o marcas específicas, comienza por vivir la visión de esa marca. Se trata de algo más que llevar el producto o el logotipo. Se trata de adoptar la actitud que representa esa marca y proyectar ese personaje a sus seguidores. Hacerlo bien y con precisión requiere tiempo e investigación. Requiere que el aspirante a influenciador comprenda los valores fundamentales de esa marca y viva según ellos. Estilo, flash, diversión, altruismo, aventura, lo que sea, un influencer se lo cree… si no, sus seguidores no tienen una visión que apoyar».
Los influencers se toman el trabajo en serio
Los verdaderos influencers no aparecen sin más. Planifican, se preparan y aprenden. Investigan su mercado objetivo. Exploran técnicas de marketing eficaces, dinámicas de narración y las mejores prácticas específicas para cada plataforma social a la que se dirigen. Los influencers tienen talento para atraer a la audiencia. Entienden su nicho y saben cómo hacer que la gente se incline y preste atención. Algunos nacen con ello. Otros tienen que estudiar. Todos tienen que desarrollar sus habilidades.
Los influyentes no se derrumban
Uno de los problemas más comunes en las redes sociales es la personalidad que consigue seguidores y luego torpedea su propio potencial, destruyendo su valor como influyente al decir o hacer algo fuera de lugar o, dicho sin rodeos, miope o estúpido. Los influencers no permiten que un disgusto momentáneo haga descarrilar años de trabajo duro y concentrado. Son profesionales que anteponen el trabajo a sus sentimientos inmediatos. Eso puede ser difícil, porque las redes sociales están hechas para tocar un nervio. Pero los verdaderos influencers saben cómo ser auténticos y profesionales. Superación, concentración, estudio, trabajo duro y autodisciplina. Eso es lo que significa ser un influencer.
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