¿Qué pasa cuando besamos?
Un beso es una convincente combinación de anatomía, sensación y emoción. Comienza con una inclinación de la cabeza, normalmente hacia la derecha. Los músculos faciales, con nombres tan bonitos como orbicularis oris y zygomaticus, coordinan una secuencia de intrincados movimientos entre los labios, las mejillas y, si se quiere, la mandíbula y la lengua. Un torrente de hormonas y mensajes sensoriales inunda el cuerpo y el cerebro, y los latidos del corazón se aceleran.
¿Por qué un beso sienta tan bien?
Con todas las partes del cuerpo implicadas, nuestros labios están en el centro del principio del placer del beso. La Anatomía de Gray (el texto esencial de anatomía, no la telenovela nocturna) los llama «dos pliegues carnosos», pero son más que eso. Son flexibles, receptivos y muy sensibles.
La delgadísima capa de piel que forma el exterior de los labios es continua con el revestimiento interior de la boca, que contiene membranas mucosas, pequeños músculos y los numerosos nervios que pueden ayudar a que un beso se sienta sublime. Besar también libera endorfinas, la misma hormona que provoca un «subidón de corredor» y que actúa como analgésico natural del cuerpo.
¿Por qué nos besamos?
Cuando fruncimos el ceño, formamos parte del 90% de la humanidad que se estima que se besa de algún modo, forma o manera. La mayoría de nosotros lo hace, pero el motivo por el que todos nos besamos aún no está demasiado claro.
Algunos teorizan que los orígenes de los besos modernos son maternos. Se cree que las madres humanas pueden haber alimentado a sus bebés como lo hacen los pájaros, masticando primero la comida y luego pasándola de su boca a la boca de su bebé. Este contacto boca a boca puede haber evolucionado para ser un consuelo cuando la comida era escasa y, finalmente, para ser simplemente reconfortante. Esa característica inclinación de la cabeza hacia el lado derecho antes de un beso podría incluso estar relacionada con la forma en que la mayoría de los bebés se giran hacia la derecha para amamantar mientras son amamantados.
Para intentar llegar a las razones por las que nos besamos, una investigación publicada en la revista Evolutionary Psychology examinó las actitudes y comportamientos al besar de más de 1.000 estudiantes universitarios. Lo que los investigadores descubrieron fue que los hombres y las mujeres tienden a utilizar los besos con fines diferentes. Las mujeres se besaban más a menudo como una forma de comprobar el estado de una relación y de evaluar la viabilidad de una pareja, mientras que los hombres veían los besos más bien como un medio para conseguir un fin, que era la excitación y el coito.
¿Cuáles son las consecuencias de un beso?
Los besos pueden tener consecuencias contagiosas y en ocasiones mortales. La mononucleosis, la llamada «enfermedad del beso», puede contagiarse al intercambiar saliva con la pareja que besa. La fatiga extrema, el dolor de garganta, la inflamación de los ganglios linfáticos y la fiebre pueden durar semanas más que la breve felicidad de ese beso.
Algunas infecciones de transmisión sexual pueden contagiarse por medio de los besos, como las úlceras bucales que provoca el herpes. El VIH no puede contagiarse a través de un contacto casual, como los besos secos, pero el riesgo puede aumentar si hay llagas en la boca y si los besos son muy húmedos.
Los padres y cuidadores que besan a sus bebés y niños pueden transmitir bacterias que podrían causar caries o el virus que puede provocar el virus respiratorio sincitial (VRS), una infección común que puede volverse grave en algunos bebés.
Ha habido algunos casos raros de lo que algunos llamarían «el beso de la muerte». Una joven adolescente con una grave alergia a los cacahuetes murió tras besar a su novio, que había comido antes algo que contenía frutos secos. En otro caso, la alergia al marisco de una mujer y la comida de gambas de su pareja se combinaron para crear un beso casi letal.
Otro caso raro pero notable de beso con precaución es el «beso de los sordos», en el que un beso especialmente fuerte puede afectar al tímpano de una persona y provocar una pérdida temporal de audición. En estos casos, no es un beso fuerte el que causa el daño al oído, sino la succión.
¿Cuáles son los beneficios de un beso?
No se asuste por las historias de besos fatales. La mayoría de los besos son seguros, y suelen ir desde los ligeramente dulces y placenteros hasta los que hacen temblar las rodillas. Un beso puede relajarnos o excitarnos y hacernos sentir más conectados. Un beso también puede hablarnos de nuestras relaciones, a veces diciendo más de lo que las palabras pueden transmitir.
Los besos también pueden ser útiles para las alergias. Investigadores japoneses descubrieron que besar puede hacer que el cuerpo disminuya su producción de histaminas que desencadenan los síntomas de la alergia.
Amy Toffelmire
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