La salud holística se basa en la premisa de que la salud óptima no se basa sólo en la ausencia de enfermedad, sino en el equilibrio vivo de la persona «completa». La mente, el cuerpo, el espíritu y las emociones están integrados y son inseparables. Con la salud holística, existe la creencia de que el cuerpo contiene un sistema energético que es el soporte y la vida del cuerpo físico. La salud se logra con el tratamiento de las causas de los síntomas y la enfermedad, no sólo aliviando, enmascarando o abordando los síntomas. Si una parte del cuerpo no funciona correctamente, todas las demás partes pueden verse afectadas. Se dice que la salud holística basada en los fundamentos de la medicina funcional es la asistencia sanitaria del futuro.

El tratamiento holístico de la expresión de los síntomas del cuerpo se realiza mediante enfoques naturales y preventivos. Se considera al individuo como persona, no como la enfermedad que tiene o las dolencias que presenta. Además, con la salud holística, la salud se mide no sólo por la ausencia de síntomas y enfermedades, sino por un estado general positivo. Por lo tanto, los individuos también tienen una responsabilidad por su propia salud total y tienen que ser un participante activo en sus enfoques hacia el bienestar diario y la curación para mantener el cuerpo en equilibrio.

Cuando se trata de la salud holística, los componentes que influyen en la salud y el equilibrio del cuerpo incluyen: la postura, los microbiomas, los factores climáticos, la dieta, el ejercicio, el descanso, el estrés, las toxinas, el propósito, la salud sexual, y más. Estos factores demuestran la relación y las interacciones entre un individuo y su entorno que pueden influir en la salud óptima de una persona.