La dislexia es más que un problema de lectura
La dislexia del desarrollo es el problema de aprendizaje más común y afecta a entre el 5 y el 10% de la población, con algunas estimaciones que llegan al 17%.
Es un problema de aprendizaje basado en el lenguaje. Contrariamente a la creencia popular, el indicador principal de la dislexia no es la inversión de las letras, sino una dificultad para interpretar los componentes sonoros (fonológicos) de nuestro lenguaje. En este sitio web queremos que tenga una comprensión sólida de la dislexia, por lo que tendremos que ponernos algo técnicos; no obstante, si no está seguro de algún término, consulte nuestro glosario. Y siempre puede ponerse en contacto con nosotros en [email protected] si tiene preguntas.
Las habilidades fonológicas se refieren a su capacidad para identificar (o percibir) y manipular (en su cabeza, por así decirlo) las unidades sonoras individuales que componen las palabras de nuestro idioma. Estas habilidades son la base del aprendizaje de la lectura y la ortografía; su dificultad puede provocar problemas de lectura y ortografía. Algunos ejemplos de tareas fonológicas que damos cuando hacemos pruebas de dislexia son:
- ¿Qué rima con gato? «murciélago, estera, rata». Un signo temprano de dislexia es la dificultad del niño para aprender a rimar. Muchas veces estos niños no quieren jugar a las rimas.
- Diga ‘arena’ sin decir /s/ – «y». Los disléxicos pueden tener problemas para separar los sonidos individuales o las sílabas de una palabra entre sí.
- ¿Cuántos sonidos hay en trineo? Esta es una pregunta complicada. Sólo hay 3 sonidos en trineo -s, l, y a larga, ¡con esa a larga representada por 4 letras!
Puede que esto te parezca fácil, pero para un niño pequeño puede ser muy complicado. Puede ver por qué aprender a leer y deletrear puede ser tan difícil; hay mucho más que letras en una página.
Además del componente de conciencia fonológica de la dislexia, las personas con dislexia también pueden tener dificultades para recordar rápidamente letras y palabras, lo que se conoce como denominación automática rápida (RAN). Nuestra capacidad para recordar rápidamente las palabras contribuye a nuestra capacidad para identificar rápidamente las palabras al leer y para leer con fluidez (o sin problemas y sin esfuerzo). Las dificultades con el RAN y la lectura fluida pueden afectar a la comprensión lectora, en parte, porque cuando es difícil leer y lo hacemos de forma lenta y laboriosa, olvidamos lo que hemos leído. Y así, tenemos que volver a leer, lo que añade otro problema: una queja común de los disléxicos es que tardan más en leer que sus compañeros no disléxicos. La automaticidad (ser capaz de leer eficazmente) es muy importante para captar el mensaje, independientemente de lo que se esté leyendo.
Los individuos con dislexia también pueden tener dificultades con la motricidad fina (y por lo tanto la escritura puede ser difícil), las matemáticas, la memoria, la capacidad de organización, la capacidad de estudio, la autoestima y las actividades de la vida cotidiana.
La definición actual de dislexia en la literatura: «La dislexia es un problema de aprendizaje específico de origen neurobiológico. Se caracteriza por las dificultades en el reconocimiento preciso y/o fluido de las palabras y por la escasa capacidad de deletreo y decodificación. Estas dificultades suelen ser el resultado de un déficit en el componente fonológico del lenguaje que suele ser inesperado en relación con otras capacidades cognitivas y con la provisión de una enseñanza eficaz en el aula. Las consecuencias secundarias pueden incluir problemas de comprensión lectora y una experiencia lectora reducida que puede impedir el crecimiento del vocabulario y los conocimientos previos» (Lyon, Shaywitz, & Shaywitz, 2003, Annals of Dyslexia, p. 2).
La clave de la definición de dislexia es que la dificultad lectora es «inesperada en relación con otras capacidades cognitivas». Los individuos inteligentes y listos que tienen dificultades para aprender a leer, deletrear y escribir pueden ser disléxicos. En edad preescolar, estos niños parecen desarrollarse al mismo ritmo que los demás. Luego empiezan a ir a la escuela. Cuando se enfrentan al aprendizaje de la lectura y la ortografía, todo cambia.
La dislexia no significa poca inteligencia; de hecho, los individuos disléxicos pueden ser bastante brillantes. Las investigaciones han demostrado que el cerebro de los disléxicos está conectado de forma diferente, ¡y eso no es malo! Muchos disléxicos tienen grandes habilidades en otras áreas además de la lectura. El sorprendente desajuste entre sus capacidades en áreas no relacionadas con la lectura y su incapacidad para aprender a leer al mismo ritmo que sus compañeros puede ser una señal de alarma. La buena noticia es que, con una instrucción sistemática y explícita, estas personas pueden aprender a leer, deletrear y escribir, y de hecho lo hacen.
En este sitio web hay muchas historias de adultos con éxito que inicialmente tuvieron problemas con la lectura. Con una corrección estratégicamente diseñada que incluye instrucción sistemática y explícita, apoyo y una actitud positiva, los disléxicos aprenden a leer, deletrear y escribir; van a la universidad y llevan vidas productivas, satisfactorias e incluso extraordinarias. Usted también puede hacerlo. El éxito empieza aquí
Para más información, descargue el artículo de la Asociación Internacional de Dislexia «Dyslexia Basics».
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