El frío ha llegado al noreste, y usted está añorando algunos de sus sabores favoritos del verano. Tal vez esté pensando en descongelar algunas de esas bayas de la granja de las que se abasteció con las temperaturas más suaves, pero ha oído que descongelar y volver a congelar los alimentos es peligroso. Entonces, ¿es realmente seguro descongelar y volver a congelar las bayas?

La respuesta corta: no es peligroso para su salud descongelar y volver a congelar las bayas.

La respuesta más larga: cuando las frutas se congelan, el agua dentro de las células de la planta se expande y rompe la pared celular. Esto es lo que crea todo ese delicioso jugo de bayas cuando se descongela. Si vuelves a congelar las bayas en este punto, a menos que escurras el líquido, formarán un bloque cuando las vuelvas a meter en el congelador. Cuando las descongeles de nuevo, perderán parte de su integridad estructural y se volverán blandas o se romperán.

Esto no es malo para usted; simplemente no es tan bonito de ver. Pero mientras no necesite bayas perfectamente formadas -por ejemplo, si está haciendo una mermelada, una tarta o un batido, o incluso echando algunas bayas sobre su avena o sus tortitas- no es un problema volver a congelarlas.

Cada vez que descongele y vuelva a congelar las bayas, la estructura de la fruta se degradará un poco más, así que tenga esto en cuenta. En general, es una buena idea descongelar sólo lo que necesite y mantener el resto en el congelador. Si las bayas congeladas se guardan en recipientes o bolsas grandes en lugar de en porciones individuales, basta con dejarlas reposar a temperatura ambiente durante unos 20 minutos y, a continuación, golpear suavemente la bolsa contra una superficie dura, como la encimera de la cocina, para aflojar las bayas. Saque la cantidad que necesite y apártela. Cierre bien la bolsa y vuelva a congelar el resto.