Por qué las moras y las manzanas no son bayas

Mientras estaba en la universidad, un amigo mío me presentó a una mujer hermosa e inteligente. Sin querer o a propósito, de buenas a primeras, le expuso mi afición por la botánica. Confundida y poco impresionada, me preguntó qué era lo que me parecía tan interesante de las plantas y, naturalmente, me volví tan elocuente como una sandía.

Anoche, en una fiesta de cumpleaños, me acordé de aquel suceso cuando mi sobrina vino de improviso a declarar que una sandía es una baya. «Casi», le dije. «Es una baya accesoria por la forma de su corteza y su pulpa». Y claro, otra monada se rindió ante mí.

De la fresa, la mora y la frambuesa, sólo la última se acerca a ser una baya. Las dos primeras ni siquiera son frutas carnosas; el tomate, que muchos siguen considerando una verdura, es una baya pura, y los limones son bayas modificadas. He aquí la razón.

Hay cinco tipos de frutos carnosos.

(1) En la pepita, que como su nombre indica incluye la manzana, la pera y el menos popular espino, el receptáculo o tubo floral de la flor se convierte en la parte comestible, y rodea al ex-ovario, esa dura cáscara que rodea a las semillas.

(2) En la drupa (melocotones, ciruelas, cerezas) estamos comiendo la pared exterior del ovario. La pared interior es pétrea (el hueso) y contiene la semilla, que suele llevar un compuesto relacionado con el cianuro conocido como amigdalina, que produce entre 200 y 4.700 mg de HCN por kilogramo de semillas de nectarina o almendra amarga, respectivamente.

(3) En la baya pura, todo el ovario se vuelve carnoso, y puede tener de una a muchas semillas. Algunos ejemplos son las uvas, los tomates, las berenjenas, los kiwis y los caquis. La frambuesa es un agregado de bayas porque es una fusión de muchos ovarios.

(4) El pepo, una baya accesoria, tiene su receptáculo y la pared del ovario fusionándose para hacer la corteza dura. Básicamente nos comemos el resto del ex-ovario. Algunos ejemplos son las sandías, los melones, los pepinos y las calabazas.

(5) Los cítricos, como el limón y la naranja, son hesperidios o bayas modificadas porque la pared del ovario se convierte en la corteza, y de nuevo nos estamos comiendo el resto de lo que era el ovario.

La fresa no es una baya, ni la mayor parte es un fruto carnoso. La parte carnosa y comestible proviene del receptáculo de la flor, y los frutos botánicos son miniatura y rodean las semillas. La mora tampoco es una baya y entra en la misma categoría que la fresa.

Ahora que hemos terminado, puedes enterrar todos estos hechos relacionados con las bayas, a menos que creas, como yo, que pronto habrá un interés renovado por la historia natural y la botánica.