Para casi todas las personas, en casi todas las situaciones, la multitarea es imposible. Cuando pensamos que estamos haciendo varias cosas a la vez, la mayoría de las veces no estamos haciendo dos cosas a la vez, sino acciones individuales en rápida sucesión.

La neurociencia es clara: estamos programados para ser monotareas. Un estudio reveló que sólo el 2,5% de las personas son capaces de realizar varias tareas a la vez de forma eficaz. Y cuando el resto de nosotros intenta realizar dos actividades complejas simultáneamente, es simplemente una ilusión.

Sabemos lo que estás pensando: ¿A quién le importa? Multitarea. Mono-tarea. Es sólo semántica, ¿verdad?

Error.

Tratar de hacer más de una cosa a la vez – especialmente cualquier cosa potencialmente peligrosa, como enviar mensajes de texto mientras se conduce – compromete seriamente nuestra capacidad para completar las tareas de forma segura y buena. Igualmente importante, cambiar repetidamente de un proyecto a otro, como un colibrí que va de flor en flor y luego vuelve a la flor original, puede perjudicar nuestra capacidad de funcionar lo mejor posible.

Recuerda esto la próxima vez que te enfrentes a dos tareas difíciles simultáneamente.

Aunque deberíamos esforzarnos por centrarnos en tareas singulares, tenemos dispositivos y recursos tecnológicos que fomentan el mito de la multitarea. Smartphone en mano, auriculares en su sitio, nos sentimos capacitados para abordar todas las tareas del día a la vez o para estar conectados constantemente.

La preocupación de los neurocientíficos que estudian el funcionamiento del cerebro es que nuestra tendencia a dividir nuestra atención, en lugar de centrarnos, está obstaculizando nuestra capacidad para realizar incluso tareas sencillas. Esto puede tener un impacto muy negativo en:

La atención. Las normas que prohíben utilizar el teléfono móvil mientras se conduce se basan en datos científicos. La doble tarea (realizar una tarea lingüística o auditiva durante un simulacro de conducción) se asocia a una menor actividad en regiones del cerebro importantes para la atención, así como a un peor rendimiento en la conducción. Varios estudios han propuesto que los individuos que realizan muchas tareas multimedia adoptan un estilo de control de la atención que favorece el procesamiento paralelo de múltiples fuentes de información en lugar de centrarse en una tarea principal. Otro estudio comparó el rendimiento de las personas que realizan muchas tareas multimedia con el de las que no lo hacen. Sorprendentemente, las personas que realizan muchas tareas en los medios de comunicación obtuvieron peores resultados en las pruebas de capacidad de cambio de tareas, posiblemente debido a las mayores dificultades para filtrar la información irrelevante.

Aprendizaje. Un adagio de 1700 dice: «Hay tiempo suficiente para todo en el transcurso del día, si se hace una sola cosa a la vez. Pero no hay suficiente en el año, si haces dos cosas a la vez». En esencia, cuanto más hacemos varias cosas a la vez, menos somos capaces de lograr, porque poco a poco perdemos nuestra capacidad de concentrarnos lo suficiente para aprender. La atención es esencial para el aprendizaje. Si intentamos desde una edad temprana realizar varias tareas a la vez constantemente, no practicamos cómo desconectar el resto del mundo, para dedicarnos a un procesamiento y aprendizaje más profundos. La investigación empírica ha demostrado que la multitarea con la tecnología (como enviar mensajes de texto, escuchar música, revisar el correo electrónico) tiene un impacto negativo en el estudio, la realización de los deberes, el aprendizaje y las calificaciones.

Mindfulness. Las personas que son conscientes son capaces de hacer algo más que prestar atención; lo hacen a propósito, en el momento presente y sin juzgar. Ésta es quizá la forma más avanzada de atención, y puede dar lugar a la toma de decisiones en un entorno libre de estrés y menos reactivo. De hecho, muchas terapias basadas en la atención plena ayudan a los pacientes que padecen depresión, ansiedad, dolor crónico, abuso de sustancias, TDAH y otras afecciones.

Aislarse del mundo de la multitarea aporta muchos beneficios, en todos los ámbitos de la vida y en cualquier entorno, incluido el laboral. Ciertamente, ha sido un aspecto esencial de nuestras carreras.

La gente asume que la habilidad de un cirujano radica principalmente en la firmeza y precisión de sus manos, y hay algo de verdad en ello. Pero la destreza de la cirugía consiste en la capacidad de concentrarse en un solo paciente y realizar una serie de tareas, todo ello en pos de un resultado determinado que puede llevar muchas horas.

Los cirujanos no nacen necesariamente con esta capacidad de realizar una sola tarea. La aprendemos, a través de horas y horas de cirugía, durante años y años de perfeccionamiento. Y puede ser muy agradable. Muchos cirujanos dicen que su entorno más querido en el hospital es el quirófano, a pesar del estrés y el riesgo inherentes al trabajo. Es un lugar de aislamiento, un «hogar» seguro del mundo de la multitarea.

No hace falta ser cirujano para beneficiarse de liberarse del mito de la multitarea y elegir la monotarea. Ya sea conduciendo en un largo viaje, organizando un evento, cuidando un jardín o atendiendo un pedido, inequívocamente rendimos mejor una cosa a la vez. Pruébelo.

Kubu es neuropsicólogo en la Cleveland Clinic y profesor de medicina en la Cleveland Clinic Lerner College of Medicine. Machado es el presidente del Instituto Neurológico, así como de la cátedra Charles y Christine Carroll Family Endowed Chair in Functional Neurosurgery, en la Cleveland Clinic.

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