Al igual que muchas personas que usan sujetadores, los odio. Lo mejor de cada día es cuando llego a casa y puedo quitarme el sujetador. Hace tiempo que abandoné los sujetadores con encaje y bonitos, luego tuvieron que desaparecer los aros y ahora, desde hace unos años, uso sujetadores deportivos baratos. Pero ya no.
Me di cuenta de que la única razón por la que seguía usando sujetadores era porque los hombres me objetivaban sexualmente. Así que he terminado oficialmente con los sujetadores. No voy a seguir torturándome sólo porque algunos hombres no saben cómo comportarse con las tetas.
Antes de seguir adelante, quiero dejar claro que no soy una de esas personas que pueden «salirse con la suya» (sea lo que sea que eso signifique) sin llevar sujetador. Mis tetas rondan la copa D la última vez que lo comprobé, y tengo 35 años y he dado a luz. Se nota cuando no llevo sujetador.
Así que aunque he odiado llevar sujetador, tenía miedo de tener aún más hombres mirando mis tetas y más mujeres juzgándome silenciosamente y mirando mal. A esto se sumaba el hecho de que vivo en una pequeña ciudad deprimida en una zona especialmente católica y conservadora, lo que hace que ya tenga que lidiar con juicios silenciosos y no tan silenciosos sobre mi aspecto y mi forma de hablar. Me preocupaba especialmente que se me pusieran duros los pezones y se me vieran, pero ha ocurrido y no se ha acabado el mundo.
Desde que era adolescente me preocupaba dar las «señales equivocadas» a los hombres. Como si pudiera evitar mágicamente ser agredida sexualmente no coqueteando con los chicos (alerta de spoiler: no funcionó). También he vestido mucho más «modestamente» de lo que me hubiera gustado durante la mayor parte de mi vida por la misma razón. Pero estoy harta de pensar en las hipotéticas respuestas de los hombres a mi cuerpo y a lo que llevo o no llevo.
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Como mujer he aceptado que nunca estamos a salvo de las agresiones sexuales, el acoso o cualquier otra molestia patriarcal, y puesto que no hay forma de salvarme de ello, más vale que me sienta cómoda.
Por supuesto, sé que no soy la primera feminista que rechaza llevar sujetador. Aunque no estaba por aquí, he oído que eso solía ser una cosa durante el feminismo de la segunda ola. (Por supuesto, negarse a creer que las mujeres trans son mujeres «reales» también es una cosa asociada a un montón de feministas influenciadas por ciertos tipos de feminismo de segunda ola, así que creo que tiene sentido tratar de distanciarme un poco de ellos).
Y de todas formas, los sujetadores ni siquiera se quemaban en los años 60. «Quemador de sujetadores» era básicamente como el «misandrista» de esta época: una palabra que los hombres amargados e inseguros y las mujeres que los apoyaban llamaban feministas.
Aquí hay algunas preguntas y respuestas a esas preguntas cuando se trata de discutir mi bralessness y sus implicaciones feministas, así como los aspectos prácticos. Son respuestas a preguntas que me he hecho a mí misma o que me han hecho otras sobre mi falta de sujetador.»
«¡Bueno, me gusta llevar sujetador!» ¡Genial! Haz lo que quieras!
«¿Y qué hay de correr?» Soy discapacitada y no puedo correr.
«¿No se te verán los pezones?» A veces. (Especialmente en el frío.) ¯\_(ツ)_/¯
«¿Y el sudor de las tetas?» Creo que probablemente tengo la misma cantidad de sudor de las tetas de cualquier manera, pero me gusta meter la ropa debajo de las tetas para limpiar el sudor.
«¿Qué pasa con las entrevistas de trabajo u otras cosas por el estilo?» Llevaré sujetador cuando sienta que lo necesito por (mierda clasista, racista, capaz y otras cosas opresivas que llamamos) «profesionalidad».
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Rehusarse a llevar sujetador puede parecer algo pequeño y ridículo para mucha gente, muy probablemente para aquellos que no se han sentido obligados a llevar sujetador. He recibido menos reacciones de extraños de las que pensaba, pero todavía tengo que darme una pequeña charla de ánimo cada vez que me visto para recordarme a mí misma que no soy responsable de las reacciones de los demás ante mi cuerpo. Al igual que no debería limitar mis pensamientos y opiniones, tampoco debería limitar arbitrariamente partes de mi cuerpo para que otras personas se sientan más cómodas.
Imagen de portada: Una foto del escaparate de una tienda. En el escaparate hay varios maniquíes grises que llevan varios tipos de ropa interior beige de cuerpo entero y de una sola pieza. Fuente: Liliana Amundaraín]
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