¡Un favorito de todos los tiempos hecho fácilmente, que ha resistido la prueba del tiempo! ¡Rico y cremoso, muy sabroso, y repleto de pollo magro y fideos caseros! ¡Definitivamente hacer una olla esta noche!
Si tuviera un dólar por cada olla de pollo y fideos que he hecho en mi vida, sería uno. RICO. Mujer.
Y lo más curioso es que da igual la que haga, ésta, o mi otra que es un poco más de cero y no añade las sopas de lata, ¡¡¡nunca se me pasa!!! ¡
Te juro que esta es la reina madre de todas las comidas reconfortantes que me podría permitir fácilmente una vez a la semana!
¿Uno de los secretos para que la mía sea la mejor? La MANTECA. No todas las mantequillas son iguales, ¡y desde luego no tienen la misma calidad!
Para mí, LA MEJOR mantequilla que existe es, con diferencia, la de Minerva Dairy. La suya tiene un mayor contenido de grasa que la hace mucho más rica que el resto, y también es la mejor para hornear. Incluso las marcas más caras no se pueden comparar.
Son 6 generaciones y 125 años de experiencia, así que uhm, sí, ¡ellos SABEN de mantequilla!
Luego, en vez de usar la crema de pollo normal, me gusta usar la que tiene hierbas añadidas. Cuanto más sabor, mejor, ¿verdad?
Siento haberme olvidado de hacer una foto rápida para que la veas, pero Campbell’s la hace, y tiene mucho más sabor que la simple.
¡El apio y la cebolla añadidos también van en la olla! ¡No dejes de lado las verduras! ¡Ayudan a dar sabor al caldo y aportan vitaminas extra!
Y por último, ¡los fideos! Los fideos caseros congelados de Reames son simplemente imprescindibles. A menos que quiera hacer fideos caseros, estos son la mejor opción. Incluso los amish y los menonitas los usan en los muchos festivales del medio oeste cuando hacen su pollo y fideos.
¡Estos son realmente tan cercanos a los hechos en casa, que nadie se dará cuenta!
El único otro truco para estos, es refrescarlos al día siguiente. Por eso me adelanto y compro una caja grande de caldo, y guardo esa última taza para el día siguiente. Los fideos absorberán gran parte del caldo cremoso durante la noche, así que tendrás que añadir el resto del caldo al día siguiente. Sólo tienes que añadirlo suavemente cuando lo recalientes.
También tendrás que añadir un poco más de sal al gusto. Los fideos tienen fama de absorber también la sal. Tanto, que pensarás que te has olvidado de añadirla.
Si quieres añadir un poco más de salud, puedes añadir guisantes o brócoli picado y cocido al vapor, pero a nosotros nos gusta tal y como lo hacían siempre nuestras abuelas y tías.
Simplemente lo tomamos con un poco de pan con mantequilla, ¡y eso nos hace perfectamente felices! (¡Y a veces incluso lo servimos sobre un montón de puré de patatas casero! Hay que amar esos carbohidratos de vez en cuando).
Con el otoño en pleno apogeo, y el invierno a la vuelta de la esquina, esta es la comida perfecta para los días ventosos y fríos después de rastrillar las hojas y limpiar los canalones!
¿Quién no quiere entrar en casa para entrar en calor, y encontrar una olla de pollo cremoso fácil de Kelly y fideos a fuego lento en la estufa, ¿verdad? ¡Asegúrese de hacer una olla grande este fin de semana! Te mereces una deliciosa comida reconfortante, favorita de la infancia. ¡¡Que lo disfrutes!!
Ingredientes
- 3 – 4 pechugas de pollo grandes sin piel y deshuesadas, recortadas
- 5 tazas de caldo de pollo (40 onzas), yo compro la caja de 48 onzas para refrescar al día siguiente
- 2 hojas de laurel
- 1 barrita de Mantequilla Láctea Minerva con Sal Marina, troceada
- 2 cdta. Better Than Bouillon® Chicken Base
- 1/4 cucharadita de ajo en polvo
- 1 cebolla mediana, picada
- 2 -3 costillas grandes de apio, cortadas en rodajas, la cantidad que desee
- 1 (24 oz.) bolsa de fideos de huevo caseros Reames congelados
- 2 latas de Crema de Pollo con Hierbas, Campbell’s la hace
- 1 cucharadita de sal
- 1/4 cucharadita de pimienta
Instrucciones
Colocar las pechugas de pollo en el fondo de la olla, añadir el caldo de pollo, la hoja de laurel, la mantequilla, el fondo de pollo, el ajo en polvo, el apio y la cebolla. Tapar, llevar a ebullición y cocinar a fuego lento durante 1 hora. Saque el pollo a una bandeja de horno pequeña y cúbralo con papel de aluminio.
Levante la olla del caldo hasta que hierva, añada los fideos congelados, remueva y cocine (tapado), durante 5 minutos. Remover, bajar el fuego a medio-bajo, tapar y seguir hirviendo hasta que estén tiernos, removiendo cada 5 minutos. (Otros 15 – 17 minutos.)
Mientras se cocinan los fideos, con 2 tenedores, separe el pollo en trozos del tamaño de un bocado, y vuelva a tapar para que no se seque.
Cuando los fideos estén hechos, incorpore las sopas hasta que estén bien combinadas. Incorpore el pollo, añada sal y pimienta. Cocine a fuego lento un minuto. Tapar, apartar y dejar reposar al menos 5 minutos.
*Al día siguiente, añadir más o todo el resto del caldo de pollo para refrescar, ya que los fideos absorberán bastante caldo durante la noche. Añade también más sal al gusto.
Deja una respuesta