Parálisis cerebral y cirugía

Página revisada y editada médicamente por Gina Jansheski, M.D.

Comprobación de hechos

La cirugía es una de las muchas intervenciones posibles para los niños que viven con parálisis cerebral, aunque no suele ser la primera opción de tratamiento. Los médicos prefieren que los pacientes prueben primero opciones de menor riesgo, como los medicamentos y diversos tipos de fisioterapia. Si éstos no ayudan o no ayudan lo suficiente, entonces la cirugía puede convertirse en una opción viable de tratamiento.

Para un niño con parálisis cerebral, la cirugía puede ayudar con una serie de problemas. Puede reducir los espasmos y la rigidez muscular, aliviar el dolor, mejorar la postura y el equilibrio, corregir las articulaciones dañadas y mucho más. La cirugía también puede utilizarse para corregir o mejorar enfermedades coexistentes como la pérdida de audición o de visión. La cirugía siempre tiene algunos riesgos asociados, pero cuando los beneficios potenciales superan los riesgos, es una buena opción de tratamiento.

Niños ambulantes frente a niños no ambulantes

Los niños experimentan la parálisis cerebral de diferentes maneras y en distintos grados. Algunos niños pueden caminar, o son ambulatorios, mientras que otros no pueden caminar en absoluto, o no son ambulatorios. A veces, los niños que son ambulantes pueden tener problemas para mantener el equilibrio y coordinar los movimientos, o tienen dificultades para mover correctamente sus músculos y articulaciones. Caminar para estos niños también puede ser doloroso. El objetivo de la cirugía para un niño ambulatorio es ayudarle a caminar mejor y de forma más independiente, sin dolor.

Para un niño que no puede caminar, ya sea en absoluto o sin un dispositivo de ayuda, la cirugía ayuda a hacer la vida más cómoda y puede incluso prevenir complicaciones. La cirugía puede ayudar a que el niño se sienta mejor y experimente menos dolor al sentarse o acostarse. Si el niño puede caminar con un dispositivo de ayuda, como un andador, la cirugía puede ayudarle a ganar más independencia.

Toma de decisiones sobre la cirugía

La cirugía no es una opción para todos los niños, y es importante probar los medicamentos y las terapias antes de recurrir a la cirugía.

La anestesia general puede poner al niño en riesgo de tener dificultades para respirar, infecciones, hemorragias o incluso de que su enfermedad empeore. Los padres y los médicos deben discutir las posibles opciones quirúrgicas y llegar a una decisión que equilibre los riesgos y los beneficios, y que tenga sentido para la salud y el bienestar del niño.

Cirugía ortopédica

El tipo de cirugía más común al que se someten los niños con parálisis cerebral se llama cirugía ortopédica. Se trata de procedimientos que abordan el sistema musculoesquelético. Los niños con parálisis cerebral pueden atribuir la mayoría de sus síntomas y desafíos a problemas con los músculos, las articulaciones y los huesos. Los cirujanos ortopédicos pueden ofrecer procedimientos que tienen el potencial de relajar los músculos espásticos, reparar las articulaciones, corregir los huesos deformados y aliviar el dolor.

Hay varios tipos comunes de procedimientos quirúrgicos ortopédicos utilizados para tratar a los niños con parálisis cerebral.

• Osteotomía. Este tipo de cirugía se utiliza para realizar mejoras en las articulaciones. Un cirujano puede realinear los huesos para ayudar al niño con el movimiento y la postura. El efecto suele ser una mayor movilidad e independencia, y menos dolor por el movimiento incorrecto de las articulaciones.
• Alargamiento muscular. La tensión de los músculos dificulta y hace dolorosos los movimientos de los niños con parálisis cerebral. La cirugía puede alargar y liberar los músculos para que estén menos rígidos y el niño pueda moverse mejor.
• Alargamiento de tendones. Lo mismo puede decirse de los tendones, el tejido conectivo que une los músculos a los huesos. Cuando los tendones están demasiado tensos, restringen el movimiento y provocan dolor.
• Corte de tendones o músculos. Puede parecer perjudicial, pero el corte de músculos o tendones puede realmente aliviar la tensión y el dolor, al tiempo que mejora los movimientos y reduce la espasticidad. Un tendón cortado también puede sustituirse por tejido de un donante.
• Artrodesis. Se trata de un tipo de cirugía agresiva utilizada para tratar casos graves de espasticidad y movilidad reducida. Consiste en fusionar permanentemente los huesos. Esto puede ayudar a reducir los espasmos y también puede facilitar la marcha.
• Reparación de la escoliosis. Algunos niños tienen o desarrollan una curvatura de la columna vertebral, y eso puede empeorar con el tiempo (especialmente cuando no son ambulantes.) Esto puede repararse quirúrgicamente para ayudar con la postura y el movimiento, así como para prevenir problemas respiratorios.

Rizotomía dorsal selectiva

Otra opción quirúrgica para los niños que sufren síntomas de PC es la rizotomía dorsal selectiva. Al igual que la artrodesis, es una opción agresiva y no se recomienda para la mayoría de los pacientes. Tiene el potencial de reducir la espasticidad y aliviar el dolor de forma permanente, pero también es arriesgada.

La cirugía consiste en cortar los nervios que causan los movimientos musculares espásticos. El cirujano debe determinar qué nervios están implicados y luego cortar su conexión con la médula espinal.

Los riesgos son evidentes, incluidos los errores durante el procedimiento. La red de nervios que une los músculos y la columna vertebral es compleja, y un cirujano podría cortar por error los nervios equivocados.

Cortar los nervios correctos puede proporcionar al niño un mejor movimiento, una mayor comodidad y un alivio significativo del dolor, pero también puede provocar la pérdida de movimiento en músculos específicos, así como entumecimiento. Este tipo de cirugía suele utilizarse sólo en niños con espasmos graves o tensión muscular.

Otras cirugías para la parálisis cerebral

La mayoría de las cirugías para la parálisis cerebral abordan los síntomas centrales de la enfermedad: espasmos musculares, tensión muscular, movilidad y dolor. Sin embargo, muchos niños con parálisis cerebral también tienen afecciones y complicaciones concurrentes que también pueden tratarse con cirugía.

Por ejemplo, la pérdida de audición no es infrecuente en esta población, y la inserción de un implante coclear es una cirugía recomendada para restablecer la audición.

Para los niños con parálisis cerebral que luchan por comer debido a la dificultad para tragar o masticar, la cirugía puede utilizarse para lograr mejoras. En los casos de parálisis cerebral grave que afecta a la nutrición y al aumento de peso, se puede insertar una sonda de alimentación. La cirugía también puede corregir el reflujo ácido, que a menudo es un problema debido al mal control muscular.

Algunos niños con parálisis cerebral necesitan una pequeña bomba implantada quirúrgicamente en el abdomen para suministrar la medicación a la columna vertebral que reduce los espasmos musculares y el dolor.

Después de la cirugía

Los procedimientos quirúrgicos no son una solución mágica. Un niño operado de parálisis cerebral necesitará fisioterapia y mucho tiempo de recuperación. Dependiendo del tipo de cirugía, la terapia puede durar semanas o meses. Es posible que el niño tenga que volver a aprender a utilizar ciertos músculos o a caminar. Esto lleva tiempo, pero en muchos casos se observan grandes beneficios que duran muchos años.

La cirugía es un gran paso, pero también puede ser la diferencia entre el dolor y el alivio, la falta de independencia y la movilidad completa. Cualquier padre que se plantee la cirugía debe sopesar los beneficios y los riesgos, después de que fracasen los intentos de intervenciones no quirúrgicas, y trabajar con el equipo médico del niño para determinar las mejores opciones quirúrgicas.

Página revisada y editada médicamente por Gina Jansheski, M.D.

Gina Jansheski, M.D. es una pediatra certificada y miembro de la Academia Americana de Pediatría. Ha ejercido como pediatra durante más de 20 años, trabajando principalmente con pacientes hospitalizados y niños con necesidades especiales.

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