Introducción

La Otitis Media Aguda (OMA) se presenta en un curso de días a semanas, típicamente en niños pequeños, caracterizada por un dolor intenso y una inflamación visible de la membrana timpánica. El paciente también puede presentar características sistémicas, como fiebre y malestar general.

Aunque la OMA es una afección común en los niños pequeños, puede afectar a todos los grupos de edad, incluidos los neonatos. Sin embargo, es importante destacar que en los niños en edad escolar los episodios recurrentes pueden conducir a la ausencia de educación y a la posibilidad de desarrollar problemas crónicos, como la pérdida de audición y el retraso en el desarrollo.

Más de dos tercios de los niños habrán tenido al menos un episodio de otitis media aguda a los 3 años.

Patofisiología

La infección bacteriana del oído medio es el resultado de la migración de organismos nasofaríngeos a través de la trompa de Eustaquio.

La anatomía de la trompa de Eustaquio en los niños más pequeños es inmadura, siendo típicamente corta, recta y ancha (sólo se vuelve más oblicua a medida que el niño crece), lo que significa que la infección es más probable.

Las bacterias causantes comunes incluyen S. pneumoniae (la más común), H. influenza, M. catarrhalis y S. pyogenes, todas ellas microbiota común del tracto respiratorio superior. Los patógenos virales comunes son el virus sincitial respiratorio (VSR) y el rinovirus.

Figura 1 – El oído medio, desde la membrana timpánica hasta la ventana oval

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de la OMA incluyen la edad (pico de edad de 6 a 15 meses), el sexo (más frecuente en los niños), el tabaquismo pasivo (parenteral), la alimentación con biberón y las anomalías craneofaciales

La OMA recurrente se observa con mayor frecuencia con el uso de chupete, que se alimentan normalmente en posición supina, o su primer episodio de OMA ocurrió <6 meses. La OMA es más frecuente en la temporada de invierno.

Características clínicas

Los síntomas comunes de la OMA incluyen dolor, malestar, fiebre y síntomas coriales, que duran unos días. El dolor puede ser difícil de interpretar en los niños pequeños, pero pueden tirarse o acunar el oído que les duele, parecer irritables, desinteresados por la comida o tener vómitos.

En la otoscopia, la membrana timpánica (MT) tendrá un aspecto eritematoso y puede estar abultada. Si la presión del líquido ha perforado la MT*, puede haber un pequeño desgarro visible con una secreción purulenta en el canal auditivo. Los pacientes pueden tener una pérdida de audición conductiva o una linfadenopatía cervical.

Es importante comprobar y documentar la función del nervio facial (debido a su curso anatómico a través del oído medio). El examen también debe incluir la comprobación de cualquier complicación intracraneal, linfadenopatía cervical y signos de infección en la garganta y la cavidad oral.

*Cualquier dolor extremo que se resuelva repentinamente, seguido de secreción del oído es sugestivo de una rotura de la membrana timpánica.

Figura 2 – Una membrana timpánica eritematosa y abultada en la OMA, vista en el otoscopio

Diagnósticos diferenciales

Los principales diagnósticos diferenciales de la OMA son la Otitis Media Supurativa Crónica (OMS), la Otitis Media con Derrame (OME) y la Otitis Externa (OE).

Investigaciones

La mayoría de los casos pueden diagnosticarse clínicamente; los análisis de sangre, como el hemograma y la PCR, ayudarán a confirmar un cuadro infeccioso y pueden ser útiles para calibrar la respuesta al tratamiento.

Cualquier secreción debe enviarse para MC&S de líquidos, y debe considerarse la realización de hemocultivos si el paciente muestra signos de sepsis.

Manejo

La mayoría de los casos de otitis media aguda se resolverán espontáneamente en 24 horas, y casi todos en 3 días.

Todos los pacientes deben ser tratados con analgésicos simples en primera instancia. No es necesario tratar con antibióticos en la mayoría de los casos y se puede adoptar un enfoque de «observar y esperar» siempre que no haya características preocupantes (como se comenta más adelante).

Los ojales también pueden utilizarse para tratar la OMA recurrente en algunos casos.

Manejo antimicrobiano

Los antibióticos deben evitarse a menos que se observe un deterioro significativo o una progresión de la enfermedad. Los antibióticos orales pueden considerarse en casos de:

  • Niños con malestar sistémico que no requieran ingreso
  • Factores de riesgo conocidos para complicaciones, como cardiopatía congénita o inmunosupresión
  • Infección durante 4 días o más sin mejoría, con características clínicas consistentes con una otitis media aguda
  • Secreción del oído (asegúrese de que se toman hisopos antes de comenzar la terapia antibiótica)
  • Niños menores de 2 años con infecciones bilaterales
  • Adulto sistémicamente enfermo siempre que no esté séptico y sin signos de complicaciones

Se debe considerar el ingreso hospitalario de todos los niños menores de 3 meses con una temperatura >38c, o de 3 a 6 meses con una temperatura >39c, para una evaluación adicional.

También se debe considerar el ingreso para aquellos con evidencia de una complicación de la OMA o el niño sistémicamente enfermo. Los pacientes con un implante coclear deberán ser vistos por un especialista y pueden requerir tratamiento hospitalario.

Complicaciones

Las complicaciones variables de la OMA pueden incluir mastoiditis, meningitis, paresia del nervio facial, absceso intracraneal, trombosis del seno sigmoide y otitis media crónica.

Mastoiditis

Una de las complicaciones más importantes de la OMA que hay que tener en cuenta es la mastoiditis.

El oído medio y la mastoides son una sola cavidad y, como tal, casi siempre habrá un grado de mastoiditis con la OMA. Sin embargo, si la inflamación dentro de las celdas de aire progresa hasta la necrosis y el absceso subperióstico, esto es muy preocupante.

Se presenta clínicamente como una hinchazón eritematosa y empapada detrás de la oreja, que si no se trata progresa hasta empujar el pabellón auricular hacia delante. En los niños, la mastoiditis se presenta de forma similar.

Todos los casos sospechosos deben ser ingresados para recibir antibióticos por vía intravenosa y ser investigados más a fondo mediante TAC craneal si no se observa ninguna mejora tras 24 horas de antibióticos por vía intravenosa.

Hay un mayor riesgo de diseminación intracraneal y meningitis, por lo que a menudo se considera la posibilidad de realizar una mastoidectomía como tratamiento definitivo si no hay mejoría con los antibióticos intravenosos

Figura 3 – La mastoiditis, una complicación relativamente común de la OMA

Puntos clave

  • La otitis media aguda es una infección común del oído medio, Se observa sobre todo en niños pequeños
  • El diagnóstico es clínico, ya que la mayoría de los pacientes presentan diversos grados de dolor, malestar, fiebre y síntomas corticales
  • La mayoría de los casos pueden tratarse de forma conservadora, mediante simples analgésicos y sin ningún antibiótico
  • Una complicación importante es la mastoiditis, por la que la infección se extiende a las celdas aéreas mastoideas

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