Además de ser un entusiasta de la fruta, también tengo una creciente colección de plantas (normalmente entre 50-60 plantas) en casa. Mi último capricho es una monstera deliciosa, con un follaje grande, atrevido y gloriosamente enredado. Encontré esta planta por primera vez en un jardín botánico en Florida y en ese momento estaba mucho menos interesado en el potencial decorativo de la planta que en el fruto extrañamente extraño y claramente fálico pero delicioso que produce.
Estaba con mi familia en un jardín botánico en algún lugar cerca de Miami y, al más puro estilo inmigrante, estábamos mucho más interesados en probar la fruta que crecía allí que en cualquier aplicación educativa o de conservación. El jardín te permitía probar la fruta si se había caído naturalmente de los árboles, pero no te permitían recoger nada. De este modo, nos abrimos paso, en el caluroso y húmedo verano de Florida, por el jardín y comimos todo lo que pudimos encontrar 😋. Me encantan los jardines y puedo apreciar desde los jardines formales de Versalles, Schönbrunn y Peterhof, hasta los caóticos jardines comunitarios del East Village de Nueva York, pero este tipo de jardín «interactivo» puede entretener y saciar. Ya estábamos plenamente satisfechos de nuestra visita cuando una de las encantadoras señoras que trabajan allí nos dio, a nuestra salida, una mazorca de esta fruta para que nos la lleváramos a casa y nos aconsejó que sólo comiéramos las secciones en las que las escamas se desprendían de forma natural.
Siguiendo las instrucciones de las señoras, fuimos recompensados en los días siguientes con nuestra primera degustación del fruto de la monstera deliciosa -llamada cerimans o monsteras-. La textura de los «granos» es un poco parecida a la de la piña, igualmente fibrosa pero menos firme. Sabía como un cóctel tropical de piña, plátano y mango, quizá incluso con un toque de jaca. En resumen, es delicioso y la espera ha merecido la pena. La gama de sabores que la naturaleza es capaz de producir nunca deja de sorprenderme y deleitarme. Este es el principal motivo de este blog y de mi afán por probar todas las frutas que mis codiciosas manos puedan coger. De todos modos, basta de hablar de mí y más sobre esta increíble planta.
La Monstera Deliciosa es una especie de planta que crece de forma nativa en los bosques tropicales desde México hasta Panamá. Su nombre deriva de la combinación de su tamaño -monstera significa monstruosa en español- y el delicioso fruto que produce -deliciosa en español-. En la naturaleza, la planta puede llegar a medir más de sesenta pies, aunque, por supuesto, es mucho más pequeña cuando se cultiva en interiores. Sé que cultivar esta planta en interiores y en un clima nórdico probablemente no producirá frutos, pero una chica puede soñar😍. Mientras tanto, las hojas son alegres y hermosas.
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