Todd Bridgman y Stephen Cummings, ambos profesores de gestión en la Universidad Victoria de Wellington, eran conscientes de una cosa: la popularizada pirámide no aparecía en las obras más conocidas de Maslow. Buscaron al profesor jubilado John Ballard, que antes enseñaba en la Universidad Mount St. Colectivamente, creían que la teoría de Maslow estaba siendo tergiversada, aunque los estudios de gestión siguen citando la pirámide desde hace dos décadas.
Criticaron la pirámide: era una representación incorrecta de las necesidades humanas. No es necesario estar satisfecho al 100% en un nivel inferior antes de pasar al siguiente. Sin embargo, la pirámide perpetúa esta idea, que está relacionada con el pionero detrás de la Teoría X y la Teoría Y: Douglas McGregor.
Profesor de gestión en la Escuela de Gestión MIT Sloan, Douglas McGregor fue una figura clave en el mundo de los negocios y la gestión. Cuando Maslow publicó su jerarquía de necesidades, McGregor vio la oportunidad de aplicarla en el mundo de la gestión.
Aunque McGregor no creó ninguna pirámide, no tuvo en cuenta muchos matices y calificaciones que Maslow describió en su documento de 1943. Esto persistió cuando Keith Davis, autor de un libro de gestión en 1957, ilustró la teoría como un triángulo rectángulo que conduce a una cima.
Sin embargo, la representación visual de Davis no se puso de moda.
En 1960, Charles McDermid, un psicólogo consultor de Humber, publicó un ensayo en el que se vio el despegue de la pirámide que hoy conocemos. En su artículo, «Cómo el dinero motiva a los hombres», argumentó que la pirámide puede utilizarse para generar la máxima motivación al menor coste.
Desde entonces, la popularidad de la pirámide se disparó.
Los trabajos de investigación revelaron que no existían pirámides en ninguna de las obras de Maslow, lo que incluye sus memorandos, cartas, papeles, diarios personales y libros de texto anteriores a 1960 en los que se habla de Maslow.
Sin embargo, la pirámide siempre se asocia con Maslow, apodada la «Pirámide de Maslow».
La Pirámide de Maslow es un motivo de preocupación para los tres autores: los humanos no funcionan así. En lugar de una pirámide, los autores recomendaron una escalera. En una escalera, nuestras manos y piernas están en diferentes peldaños, lo que puede describir que estamos siendo afectados simultáneamente por diferentes necesidades.
Una investigación posterior también encontró que el popular modelo de jerarquía de necesidades que vemos es inexacto.
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