Para celebrar la vida y el legado del líder de los derechos civiles Martin Luther King, Jr. estoy reflexionando sobre la palabra «líder» en ese apelativo descriptivo. Aunque King era, sin duda, un pensador brillante, un orador experto y muchas otras cosas, es su hábil liderazgo lo que permitió que su mensaje se tradujera de un hombre a un movimiento y a un monumento, tanto literalmente en el edificio de piedra que se levanta en Washington, DC, como figurativamente en forma de leyes de derechos civiles que nacieron de su firme trabajo.

Independientemente de que se aspire o no al liderazgo en un gran escenario, cada uno de nosotros recorre un camino positivo cuando guiamos a los demás con el ejemplo, la inspiración y el compromiso con nuestros valores más arraigados. He aquí tres aspectos del liderazgo del Dr. King que me llaman la atención:

1) Escuchar y aprender
Martin Luther King escribía, enseñaba y defendía desde una posición de haber leído, escuchado e inspirado a otros. Además de su formación teológica, que le sirvió de base para su visión de la justicia, King se sintió atraído por las enseñanzas de Mahatma Gandhi, el activista que lideró el movimiento por la independencia de la India del dominio británico. King llamaba a Gandhi «la luz que guía nuestra técnica de cambio social no violento». Como King estaba abierto a aprender de las experiencias y filosofías de quienes le precedieron, su propio liderazgo no hizo más que fortalecerse.

2) Pensar a largo plazo
El Dr. King sabía que sus puntos de vista provocaban la ira e incluso el odio de demasiada gente como para contemplarlos. En el famoso discurso pronunciado en una iglesia de Memphis la noche antes de su asesinato, abordó directamente la posibilidad de que lo mataran por su causa. Invocando la imagen de Moisés, dijo: «Como a cualquiera, me gustaría vivir una larga vida. La longevidad tiene su lugar. Pero ahora no me preocupa eso. Sólo quiero hacer la voluntad de Dios. Y Él me ha permitido subir a la montaña. Y he mirado por encima. Y he visto la Tierra Prometida. Puede que no llegue allí con ustedes. Pero quiero que sepan esta noche que nosotros, como pueblo, llegaremos a la Tierra Prometida». Los líderes inspirados están motivados para sentar hoy los cimientos de un futuro en el que creen lo suficientemente fuerte como para luchar por él a largo plazo.

3) No temas
Martin Luther King reconoció la realidad del miedo, y animó a la gente a enfrentarse honestamente a los temores que bloquean su crecimiento emocional, espiritual y político. La imagen de la aparente intrepidez del Dr. King ante los arrestos, las palizas y, en última instancia, el asesinato, es un modelo de cómo un líder inspirado reconoce las cosas temibles pero encuentra el valor para responder con amor y rectitud. El sermón de King, titulado «Antídotos para el miedo», comienza con una cita del versículo bíblico 1 Juan 4:18: «No hay miedo en el amor». King comenta: «El odio y la amargura nunca pueden curar la enfermedad del miedo; sólo el amor puede hacerlo. El odio paraliza la vida; el amor la libera. El odio confunde la vida; el amor la armoniza. El odio oscurece la vida; el amor la ilumina».

¿Qué te inspira el liderazgo de Martin Luther King?