NOTA: Babycenter está buscando incluir más imágenes de pieles negras y morenas. Si estás dispuesto a compartir fotos de la condición de la piel de tu hijo, por favor envíalas a [email protected] con Brown Skin Matters en el asunto.
¿Qué son los lunares?
Los lunares, o nevos, son manchas en la piel. Pueden ser planos o elevados, grandes o pequeños, ovalados o redondos, moteados o de color uniforme.
Su tonalidad está causada por las células pigmentarias, llamadas melanocitos, y pueden ir del bronceado al rosa, marrón o negro. En el caso de los bebés con piel más oscura, los lunares suelen ser de color carne o marrón claro al nacer, y luego se oscurecen. Pueden aparecer en cualquier parte de la piel. Nadie sabe exactamente qué causa los lunares, pero casi todo el mundo tiene al menos unos cuantos.
Alrededor de 1 de cada 100 bebés nace con un lunar. Estos lunares de nacimiento se denominan nevos congénitos. Otros tipos de lunares tienen más probabilidades de desarrollarse en los primeros 20 años de vida, aunque es posible tener lunares a cualquier edad. Los lunares pueden desarrollarse a lo largo del tiempo o pueden aparecer repentinamente.
¿Los lunares cambian con el tiempo?
Sí. Los lunares generalmente pasan por un ciclo de vida de unos 50 años de cambio gradual. Normalmente, empiezan siendo planos y con forma de peca, y luego se agrandan con el tiempo. Suelen oscurecerse durante la adolescencia, durante el embarazo y al exponerse al sol. Algunos desarrollan pelos y otros se vuelven más elevados y de color más claro.
¿Son peligrosos los lunares?
La mayoría de los lunares no son peligrosos, pero casi el 50 por ciento de los melanomas (un tipo grave de cáncer de piel) comienzan en los lunares.
La buena noticia es que, dado que los melanomas son muy raros en los niños pequeños, no hay necesidad de asustarse si su hijo tiene un lunar. Pero sigue siendo una buena idea vigilar los lunares cuidadosamente, y observar de cerca cualquier cambio. Pide a tu médico que evalúe los lunares de tu hijo si tienes dudas. Los melanomas empiezan a aparecer a partir de la adolescencia.
Algunos lunares son más peligrosos que otros. Un lunar congénito -uno con el que su hijo nació- es más propenso a desarrollar un melanoma. Su médico debe examinar cualquier lunar congénito en las visitas de control del niño y remitirlo a un dermatólogo si necesita una evaluación más exhaustiva.
Otro tipo de lunar que tiene más probabilidades de desarrollar un melanoma es un nevus displásico, o lunar atípico. Estos son más grandes que la goma de borrar de un lápiz y tienen una forma irregular.
Suelen tener un color desigual, con bordes más claros e irregulares y centros de color marrón oscuro. A veces hay puntos negros en los bordes.
El médico o dermatólogo de su hijo querrá examinar cualquier lunar atípico.
¿Qué debo observar en el lunar de mi hijo?
Además de que su médico o dermatólogo controle los lunares de su hijo durante las visitas regulares, es una buena idea que usted mismo vigile los lunares de su hijo.
La Academia Americana de Dermatología tiene algunas pautas para ayudarle a determinar si un lunar necesita atención profesional inmediata. Se llaman los ABCD:
- A es para la asimetría – si una mitad del lunar no coincide con la otra mitad
- B es para el borde del lunar – si el borde del lunar es irregular, con muescas o borroso de alguna manera
- C es para el color – si el lunar es una mezcla de marrón, negro,
- D es el diámetro – si el lunar es más grande que la goma de borrar de un lápiz (unos 6 mm, o un poco menos de 1/4 de pulgada)
Si nota algún problema con los ABCD, pida una cita con el médico de su hijo para que le examine el lunar. Además, si el lunar está creciendo notablemente o pica o sangra, es el momento de que el médico le eche un vistazo.
¿Debo hacer que le quiten el lunar a mi hijo?
Por lo general no es necesario, pero si su hijo tiene un lunar que le resulta incómodo porque está en una zona que se frota a menudo, hable con un dermatólogo sobre las opciones. El lunar puede ser fácil de eliminar en la consulta del médico.
¿Hay alguna forma de prevenir el desarrollo de lunares?
Es sobre todo una cuestión de genes, pero la exposición al sol puede aumentar el número de lunares y oscurecer los que ya existen, especialmente en las personas con piel más clara. Por lo tanto, es aconsejable mantener a su hijo alejado del sol durante las horas de mayor intensidad de luz.
Cuando salga al exterior, asegúrese de que su hijo lleva protección solar. Elija parques y zonas de juego con mucha sombra, y haga que lleve sombreros de ala ancha y camisas y pantalones de manga larga siempre que sea práctico.
Descubra más sobre cómo mantener a su hijo seguro bajo el sol.
Deja una respuesta