Contras:

Riesgo de tipo de cambio
Debido a la fluctuación de los tipos de cambio, también existe el riesgo de que las empresas que operan en divisas no puedan prever sus finanzas en consecuencia. Eve Watkins, de Business Works, afirma que las fluctuaciones de los tipos de cambio podrían afectar al valor de los activos o pasivos existentes denominados en moneda extranjera. Dice que, en última instancia, esto podría hacer que una empresa se volviera menos competitiva de la noche a la mañana, lo que provocaría una pérdida de ventas y de ingresos.

Riesgo político
Invertir en diferentes países cuyos regímenes políticos pueden cambiar con el tiempo también plantea algunos riesgos. Los gobiernos podrían cambiar discriminatoriamente las leyes, reglamentos o contratos que rigen una inversión. Según la Harvard Business Review, el interés por los mercados emergentes se ha disparado y los países anfitriones han aprendido que se puede extraer más valor de las empresas extranjeras mediante el control normativo. Las empresas dedicadas a los negocios internacionales utilizan una combinación de contratos legales, seguros y comercio de instrumentos financieros para proteger los flujos de ingresos. Sin embargo, estos enfoques ofrecen poca protección contra el riesgo político.

Riesgo cultural
Además de la política, las diferencias culturales podrían crear problemas a las empresas que quieran comerciar en el extranjero. La UKTI afirma que no tener en cuenta las diferentes culturas puede conducir a errores perjudiciales y costosos. Esto podría ir desde causar una ofensa por no observar el protocolo correcto, hasta un empaquetado y marketing inapropiados. Ni que decir tiene que el marketing de una determinada empresa en un país occidental puede diferir del de un país que aún está en desarrollo y tiene hábitos y creencias culturales diferentes.

Riesgo crediticio
También es muy fácil pasar por alto el riesgo de impago cuando se comercia en el extranjero, según UKTI. Las empresas deben conocer la calificación crediticia de los clientes potenciales en muchos países y protegerse contra el impago mediante, por ejemplo, cartas de crédito o contratar un seguro de crédito. El riesgo viene de la mano del impacto de un inconveniente financiero del cliente de la empresa y de cómo financiar el periodo de crédito ofrecido.