Un equipo de paleontólogos podría haber descubierto una especie de canguro hasta ahora desconocida en un yacimiento minero del norte de Queensland (Australia). Data de hace más de 30.000 años. Y es enorme.

«Por el tamaño de los huesos de la espinilla, probablemente medía dos metros y medio en posición de reposo», dijo a ABC el paleontólogo del Museo de Queensland Scott Hocknull. Se necesitan más análisis para confirmar si se trata de una nueva especie, un proceso largo y minucioso. Por ahora, sin embargo, algunos en el museo están lo suficientemente seguros como para declararlo el canguro más alto jamás descubierto.

El yacimiento de la mina de carbón de South Walker Creek, descubierto por primera vez por los indígenas Barada Barna en 2008, ha demostrado ser un paraíso paleontológico. En concreto, Hocknull y su equipo han desenterrado los restos de megafauna (animales que pesan al menos 45 kilos) que vagaban por la zona hace entre 30.000 y 50.000 años, más o menos cuando los primeros humanos pisaron el continente.

La abundancia de fósiles tan bien conservados, explica Hocknull a ABC, puede deberse a los cocodrilos que depredaban estos enormes animales. Los cadáveres parcialmente devorados de estas grandes bestias acabaron en el musgo y la arcilla del lecho del río, un entorno perfecto para la fosilización. Otros animales gigantes descubiertos en la zona incluyen un wombat del tamaño de un hipopótamo y lagartos que llegaron a medir hasta 6 metros.