Como padres y cuidadores, ayudar a nuestros hijos a desarrollar habilidades sociales, incluyendo cómo interactuar educadamente en situaciones cotidianas, es uno de los trabajos más importantes que tenemos. Enseñar a tus hijos a usar buenos modales es también una forma sencilla de inculcarles los valores de la amabilidad y el respeto, que el mundo necesita ahora más que nunca. La clave es empezar pronto y ser constante.

Ser padre es difícil.

No lo hagas solo.

Inscríbete para recibir consejos y apoyo de expertos.

Consejos para ayudar a enseñar modales a tus hijos

Usa un lenguaje educado.

Aprender a usar palabras y frases educadas es la base de los buenos modales. La forma más fácil de enseñar a los niños a decir por favor, gracias, de nada y disculpe, es asegurarse de que le oigan usar esas palabras todos los días y en diversas situaciones. Esto no significa que siempre lo recuerden -puedes recordárselo-, pero si das un buen ejemplo, con el tiempo tu hijo empezará a utilizar las palabras de cortesía sin necesidad de que le des un empujón.

Cuida tus palabras.

Los niños pequeños no tienen la capacidad de filtrar lo que es apropiado decir y lo que no, lo que puede llevar a algunas situaciones embarazosas. Lo más probable es que su hijo se fije en las personas que tienen un aspecto diferente y quiera comentar o preguntar sobre esas diferencias. También es posible que anuncie que no le gusta una comida o un regalo que le han dado, delante de la persona que se lo ha dado.

Por suerte, con la edad y la práctica, los niños aprenderán a pensar antes de hablar. Mientras tanto, explique a sus hijos que decir algo poco amable o hacer un comentario sobre la apariencia de alguien en público puede ser hiriente. Diga a sus hijos que siempre pueden compartir sus pensamientos y preguntas con usted más tarde, una vez que estén solos.

Enseñe a saludar.

Una de las habilidades sociales más importantes que su hijo puede aprender es cómo saludar correctamente a otras personas. En primer lugar, haga hincapié en el contacto visual. Para que sea más fácil para un niño pequeño, dígale que mire para ver qué color de ojos tiene la persona. Practica respuestas sencillas a preguntas comunes como «¿Cómo estás?». El juego de roles puede ayudar a su hijo a sentirse más seguro al responder a estas preguntas y su entrenamiento garantizará que no dé demasiada información sobre sí mismo.

Ser padre es difícil.

No lo hagas solo.

Inscríbete para recibir consejos y apoyo de expertos.

Practica la paciencia.

Para un niño pequeño, esperar a hablar puede parecer una tortura. Cuando un niño tiene un pensamiento, quiere expresarlo inmediatamente sin importar lo que esté sucediendo a su alrededor o a quién esté interrumpiendo. Pero, ¿cómo conseguir que tu hijo aprenda el hábito de esperar su turno para hablar? Los recordatorios verbales son importantes, pero a menudo no refuerzan la lección. Prueba con una señal visual, como un juguete especial o un palo para hablar. Diga: «Cuando te entregue este juguete, será tu turno para hablar».

Sé un buen invitado.

Ser un invitado educado es importante, especialmente a medida que los niños crecen. Su hijo debe seguir siempre las normas de los padres cuando esté en casa de un amigo, limpiar lo que ensucia, utilizar un lenguaje educado y agradecer a los padres y al amigo que le hayan invitado. Habla de estos modales antes de llevar a tu hijo a una cita de juego.

Enseña modales en la mesa.

La hora de la comida con los niños pequeños suele ser abrumadora, lo que significa que la etiqueta es lo último en lo que piensan los padres. Pero los modales en la mesa son una habilidad social fundamental. Los niños de tan sólo tres y cuatro años pueden empezar a aprender un comportamiento adecuado durante las comidas.

Empieza con lo básico y con el tiempo se convertirá en un hábito: Lavarse las manos antes de las comidas; poner la servilleta en el regazo; no hablar con la boca llena de comida; decir por favor y gracias; y recoger los platos de la mesa.

Sea constante y paciente.

Aprender los modales puede llevar tiempo. Recuerde elogiar a los niños cuando utilicen buenos modales. Cuando no lo hagan, simplemente señale que deben utilizar la palabra o el comportamiento adecuado y siga adelante. Sigue enseñando con el ejemplo.

Utilizar los modales es algo que hacemos todos los días, así que mientras les inculques lo básico y trabajes para mejorarlo, ser educado se convertirá en un hábito y tus hijos tendrán confianza en las situaciones sociales a medida que crezcan.