«La masculinidad es un conjunto de atributos, comportamientos y roles asociados a los chicos y a los hombres. Aunque la masculinidad se construye socialmente, algunas investigaciones indican que algunos comportamientos considerados masculinos están influenciados biológicamente. Hasta qué punto la masculinidad está influenciada biológica o socialmente es objeto de debate. Es distinta de la definición del sexo masculino biológico, ya que tanto los hombres como las mujeres pueden mostrar rasgos masculinos», dice Wikipedia, una fuente no del todo irrefutable.
Lenta pero inexorablemente, con la ayuda de los medios de comunicación -pensemos en programas de televisión como Euphoria, protagonizado por la actriz trans Hunter Schafer, en grandes marcas como Victoria’s Secret, que recientemente incorporó a su lista de ángeles a la modelo trans Valentina Sampaio, y en rostros como el de Richie Shazam, que se viste como le da la gana, y que aparece en campañas de casas como Vivienne Westwood y Kenzo-, las ideas occidentales tradicionales sobre el género y sus atributos están empezando a cambiar.
«Quería tomar ideas variadas sobre la masculinidad -la vulnerabilidad masculina o la falta de ella- y aplicarlas a la experiencia de cada uno y a cómo le afecta en su vida», explica la fotógrafa, músico y modelo Lida Fox, cuyo libro «Boys Pee On Things» sale este mes con la editorial Good Taste. Con esta idea en mente, Fox pidió a una serie de amigos -entre ellos la fotógrafa Rebekah Campbell, la modelo Remy Holwick y el artista Lucien Smith- que enviaran fotos y escritos que reflejaran sus propias experiencias.
La editora del libro y colaboradora de MUSE, Paige Silveria, se sentó con Fox para hablar del proyecto resultante.
PS ¿De dónde salió el libro?
LF Estaba mirando algunos escritos y pensaba en la sensibilidad masculina como un tema continuo. Fotografío a muchos amigos varones y en muchas de las fotos que enviaban los colaboradores, empecé a ver cómo surgía este tema de la identidad masculina. Y también estaba pasando por un periodo en el que siempre estaba fotografiando a chicos orinando. Así que tenía mucho de eso y pensé que sería un tema interesante. Pero también ampliarlo para abarcar el lado sensible de los chicos. O la falta de ella. E incorporar a cualquiera para que no sea tan sexista. Pedí a un montón de colaboradores que enviaran sus trabajos sobre el tema. Algunos estaban muy interesados. Algunos ya tenían muchos trabajos que exploraban estos temas. Así que fue interesante que la gente lo viera de muchas maneras diferentes.
CF ¿Cómo lo viste tú? Escribí pequeños fragmentos como: «Meado, meas donde quieras. A veces, si meo, es probable que falle»
CF ¿Le sorprendió lo que presentaron los colaboradores?
LF Algunas personas escribieron sobre experiencias reales, como historias cortas. Saara presentó una historia de su infancia sobre la envidia del pene por primera vez. Cómo deseaba tanto ser un chico. Y cómo, más tarde, se alegró tanto de no serlo. Algunas personas parecieron entenderlo inmediatamente. Algunos hicieron más preguntas. Pero realmente quería que lo interpretaran como quisieran. Conozco a la mayoría de los colaboradores. Así que tenía una idea de cómo serían sus presentaciones. Algunos no me los esperaba en absoluto. Como mi amiga Wendy de París, que es estudiante de cine.