Los azotes son una de las formas más comunes de disciplina infantil utilizadas por los padres en todo el mundo. La investigación sobre los niños en los países de altos ingresos ha demostrado que los azotes de los padres se asocian con resultados adversos para los niños, sin embargo, se sabe menos acerca de cómo los azotes se relacionan con el bienestar infantil en los países de bajos y medianos ingresos. Este estudio utiliza datos de 215.885 niños de 62 países procedentes de las rondas cuarta y quinta de las Encuestas de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS) de UNICEF para examinar la relación entre los azotes y el bienestar infantil. En esta gran muestra internacional, que incluye datos de casi un tercio de los países del mundo, el 43% de los niños fueron azotados, o residían en un hogar donde otro niño fue azotado, en el último mes. Los resultados de los modelos multinivel muestran que los informes sobre los azotes a los niños en el hogar se asociaron con puntuaciones más bajas en un índice de desarrollo socioemocional de 3 elementos entre los niños de 3 y 4 años. Los resultados a nivel de país del modelo multinivel mostraron que 59 países (95%) tenían una relación negativa entre los azotes y el desarrollo socioemocional y 3 países (5%) tenían una relación nula. Los azotes no se asociaron con un mayor desarrollo socioemocional de los niños en ningún país. Aunque la asociación transversal entre los azotes y el desarrollo socioemocional es pequeña, los resultados sugieren que los azotes pueden ser perjudiciales para los niños a una escala más global de lo que se conocía hasta ahora.