Encontrar un nuevo trabajo, redactar una solicitud y pasar por el proceso de la entrevista nunca es fácil, pero puede ser aún más difícil si estás embarazada.
Aunque es ilegal discriminar por embarazo, muchas mujeres siguen temiendo presentarse a una entrevista estando obviamente embarazadas por si eso afecta a la decisión de contratación del empleador. A muchas también les preocupa que el embarazo pueda influir en el salario que se les ofrezca por culpa de los prejuicios.
Entonces, ¿por qué las mujeres pueden correr el riesgo de recibir un trato injusto si están embarazadas, y qué debes tener en cuenta si cambias de trabajo estando embarazada?
Según la Ley de Igualdad de 2010, los empleadores no pueden discriminar legalmente a una mujer por estar embarazada y, una vez hecha la oferta, tampoco pueden retirarla por motivos de embarazo. Dicho esto, la discriminación contra las mujeres embarazadas no es infrecuente.
«Una mujer embarazada tiene todo el derecho a solicitar un nuevo puesto de trabajo sin revelar su situación, sin embargo, no es inaudito que las mujeres embarazadas no sean tenidas en cuenta para los puestos de trabajo en las entrevistas», dice Jo Cresswell, un experto en carreras en el sitio de empleo y contratación Glassdoor.
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«Desde la perspectiva de un empleador, es comprensible que no quiera contratar a sabiendas a alguien que va a estar fuera durante varios meses en un periodo de tiempo relativamente corto después de su fecha de inicio», añade.
«Dicho esto, si eres la mejor persona para el trabajo, cualquier empleador que sea favorable a la familia y tenga visión de futuro aceptará tu situación y encontrará una solución para cubrir el tiempo que estarás de baja».
Si vas a cambiar de trabajo estando embarazada, hay varios factores que debes tener en cuenta.
«En primer lugar, considera las razones por las que quieres cambiar de trabajo y por qué ahora. Cambiar de trabajo suele ser una experiencia estresante», dice Cresswell.
«Tanto por el período de preaviso, que a menudo puede ser de hasta tres o seis meses, dependiendo de la antigüedad, como por la presión de adaptarse a un nuevo trabajo y ponerse al día. Considera si te sientes preparada para este tipo de presión mientras estás embarazada».
Además, asegúrate de conocer a fondo las prestaciones por maternidad tanto en tu empresa actual como en la que estés pensando en aceptar un trabajo.
«Las prestaciones mejoradas no suelen entrar en vigor hasta que has superado el periodo de prueba, lo que significa que puede que no tengas derecho a las prestaciones de la baja por maternidad ampliada», dice Cresswell. «Puede tener más sentido desde el punto de vista económico permanecer en tu actual empresa si las prestaciones por maternidad son mejores. Sopesa el impacto financiero antes de decidir si renuncias o aceptas un nuevo puesto.
«Además, comprueba tu contrato para saber qué derechos tienes a las prestaciones de maternidad si renuncias durante o al final de tu permiso de maternidad».
Si sopesas tus opciones y decides que quieres cambiar de trabajo, asegúrate de comunicárselo a tu nuevo empleador lo antes posible. Puede que no sea fácil, sobre todo si la empresa no es especialmente favorable a la familia o si pertenece a un sector dominado por los hombres. Si reaccionan mal, puede ser un buen indicador de si es el lugar de trabajo adecuado para ti.
«Puede que no les haga mucha gracia enterarse, pero serán más comprensivos si se lo dices en un momento razonable», dice Cresswell. «Al mismo tiempo, si no te gusta la forma en que reaccionan puede ser un indicio de que no deberías aceptar el puesto después de todo. Si la empresa no es favorable a la familia, puede que no sea el lugar adecuado para ti en este momento de tu vida.
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«Si le cuentas a tu nuevo empleador tu embarazo una vez que te hayan hecho una oferta y te hayan presentado un contrato, estarás en condiciones de mantener una conversación abierta sobre los horarios flexibles y las posibles oportunidades de trabajar desde casa. Estará en mejor posición para negociar».
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