Cómo una resonancia magnética especial conecta los síntomas de las conmociones cerebrales con los mapas cerebrales

Casi dos millones de personas en Estados Unidos sufren anualmente una lesión cerebral traumática leve (LCTM o conmoción cerebral). En algunos casos, se trata de lesiones accidentales aisladas. Sin embargo, los atletas que practican deportes de contacto de alto riesgo, como el fútbol y el hockey, pueden sufrir conmociones cerebrales repetidas durante meses o años. Aunque la palabra «leve» sugiere una lesión menor, las conmociones cerebrales nunca deben tomarse a la ligera. Los síntomas pueden ser inmediatos o retardados. Pueden ser breves o persistir durante meses después de la lesión. Incluyen sensación de desorientación o confusión, dolores de cabeza, problemas de atención o de memoria, cambios de humor y pérdida de conciencia.

En las secuelas inmediatas de un traumatismo craneoencefálico, puede solicitarse un TAC para buscar una hemorragia (sangrado) en el cerebro, ya que una hemorragia cerebral necesita tratamiento inmediato. Sin embargo, el TAC no muestra los daños microscópicos que pueden explicar determinados síntomas. Ahora, una nueva adición a las imágenes por resonancia magnética (IRM) llamada imagen de tensor de difusión (DTI) es una forma superior de localizar problemas cerebrales específicos que son invisibles para la TC. Además, gracias a décadas de mapeo de las regiones del cerebro relacionadas con las capacidades voluntarias e involuntarias, incluyendo el pensamiento, el lenguaje, etc., es posible correlacionar los escaneos DTI con el área del cerebro que es la fuente de los síntomas.

DTI se considera ahora el recurso esencial para evaluar la LCTm. Es uno de los parámetros de imagen funcional que revela cambios en la función del tejido normal. Para diagnosticar la conmoción cerebral, la DTI detecta el flujo de moléculas de agua en la materia blanca del cerebro. La materia blanca está formada por axones, que transmiten mensajes y conectan diferentes partes de la materia gris entre sí. Las lesiones en la materia blanca suelen ser reversibles, por lo que es importante identificar si la LCTM la ha afectado. La DTI revela si las moléculas de agua en los axones están fluyendo a lo largo de las direcciones axonales. Si la DTI muestra que el flujo de agua está impedido o mal dirigido en la materia blanca, eso es una evidencia de lesión.

Pero cuando más de un área aparece anormal, la pregunta clave es ¿cuáles son de lesiones anteriores y cuál es la más reciente? Es probable que los deportistas que han tenido concusiones repetidas tengan lesiones anteriores que todavía parecen anormales en la ITD. Para identificar la nueva conmoción cerebral, se realizan pruebas adicionales, como las pruebas cognitivas, para definir los síntomas que se sabe que están asociados a los mapas cerebrales. Por ejemplo, las personas con mareos o vértigo probablemente tienen daños en la zona del cerebro relacionada con las relaciones espaciales, mientras que las personas con problemas de memoria tienen daños en una zona diferente. De este modo, el síntoma puede relacionarse con el área cerebral adecuada para que pueda iniciarse rápidamente el tratamiento apropiado.

Muchos síntomas se resuelven por sí solos con el tiempo, pero nadie debe arriesgarse con una lesión en la cabeza. Las imágenes cerebrales avanzadas que utilizan la innovadora resonancia magnética de 3T del Centro de Diagnóstico Sperling proporcionan DTI y otras secuencias de exploración necesarias para diagnosticar la conmoción cerebral de forma temprana, cuando las terapias serán más eficaces.