Alrededor de un tercio de los niños estadounidenses de entre 10 y 17 años tienen sobrepeso o son obesos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, y menos del 25% de los niños realizan los 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada recomendados por la Asociación Médica Americana.

La interacción con la tecnología, la vida urbanizada, las presiones académicas y otros factores se han combinado para crear tasas históricamente bajas de actividad física juvenil.

Los padres, profesores y educadores de fitness deben darse cuenta y ayudar a educar a los demás sobre la importancia de la actividad física frecuente para los niños. La concienciación y el apoyo a esto es más esencial ahora que nunca porque nunca antes ha sido tan perturbador para nuestras vidas adultas.

  • Si un profesor quiere que sus hijos sean activos durante el día, la falta de programas de educación física financiados puede requerir que el profesor de aula medio se encargue también del plan de estudios de educación física.
  • Los exámenes estandarizados en las aulas hacen que los profesores teman por sus puestos de trabajo, por lo que el tiempo dedicado a actividades no relacionadas directamente con las materias académicas es considerado un «riesgo» por muchos.
  • La urbanización ha disminuido la cantidad de espacio que los niños tienen para pasear y jugar. Los padres a menudo tienen que acompañar a los niños a los parques o espacios abiertos.
  • La interacción activa con la tecnología es un medio fácil y conveniente para ocupar el tiempo y la energía de los niños, permitiendo a los adultos más «tiempo libre». Los adultos deben valorar la actividad física tanto para ellos como para sus hijos, a menudo a costa de la «paz y la tranquilidad».

Estos son sólo algunos de los trastornos de nuestra vida adulta que debemos aceptar para restaurar una cultura juvenil activa y saludable. Sin embargo, en este trastorno, sepa que se están produciendo aspectos esenciales del desarrollo físico, cognitivo, conductual y social cuando los niños hacen ejercicio con frecuencia.

¿Por qué deben hacer ejercicio los niños? He aquí las 10 razones principales por las que ayudar a los niños a volver a ser activos merece la pena el trastorno que supone para nuestras vidas adultas:

  • Los niños que realizan 60 minutos de actividad física al día presentan menores índices de obesidad.
  • Los mayores índices de actividad en los niños se han asociado a mayores puntuaciones en los exámenes de lectura y matemáticas.
  • El desarrollo físico (corporal) y cognitivo (cerebral) van de la mano. Si bien esto continúa durante toda la vida, esta relación es más crítica a una edad temprana. Cuando los niños son activos, su cerebro se desarrolla, permitiendo nuevos tipos de actividad.
  • La actividad basada en el juego que requiere un alto grado de entrada sensorial (vista, sonido, tacto, etc.) ayuda a desarrollar una amplia gama de habilidades que hacen que la actividad física sea más agradable más adelante en la vida.
  • La actividad física frecuente se ha asociado con un mejor comportamiento en el aula y más allá.
  • Parece que los niños activos tienen más probabilidades de convertirse en adultos activos.
  • Se ha demostrado que la actividad aeróbica aumenta el tamaño de las estructuras cerebrales esenciales y el número de conexiones neuronales.
  • Las actividades frecuentes que requieren un alto grado de equilibrio y coordinación se han asociado a una mejor respuesta emocional.
  • El ejercicio frecuente disminuye los síntomas de la depresión y la ansiedad en los niños.
  • El ejercicio regular con los niños promueve la autoeficacia con respecto a la salud y la autoimagen.

Quitar tiempo académico como profesor para que los niños estén activos es un reto. Interrumpir la paz y la tranquilidad que ofrece un iPad y unos auriculares de tamaño infantil es una tarea difícil. Sacar tiempo de nuestras ya abarrotadas vidas como adultos para dar a los niños la oportunidad de ser activos puede parecer una batalla cuesta arriba para casi todo el mundo.

Sin embargo, como puede ver, el ejercicio y la actividad frecuente para los niños es fundamental para que se conviertan en adultos felices, sanos y activos. ¿Aceptas el reto?