El viejo adagio «somos lo que comemos» es bien conocido, pero ¿alguna vez has pensado realmente en lo que significa? Todos sabemos que una comida pesada de pasta puede cansarnos en unas horas. El azúcar da a algunos un subidón, y la cafeína puede proporcionar un impulso temporal de energía. Pero el tópico es mucho más profundo que eso. «Somos lo que comemos…» es uno de los mejores consejos que se pueden encontrar para mantener una buena salud. A medida que la alimentación sana sigue ocupando un lugar destacado en las noticias, más estadounidenses de todas las edades están aprendiendo el valor de consumir dietas adecuadas y bien equilibradas.
La alimentación sana cultiva la buena salud en general; ayuda potencialmente a evitar algunas afecciones médicas y afecta positivamente a otras. Por ejemplo, las personas con diabetes pueden mantener una mejor salud cuando siguen la dieta correcta para esa enfermedad. Las personas con colesterol alto pueden ayudar a mejorar esa condición cuando siguen pautas nutricionales que ayudan a disminuir los niveles de colesterol.
La alimentación saludable es beneficiosa de otras maneras, tanto médicas como no médicas, incluyendo la lucha contra la fatiga. Saber esto puede ser de especial interés para la población de edad avanzada, que es propensa a experimentar una falta de energía y un aumento de la fatiga debido a las condiciones médicas, los medicamentos y el proceso de envejecimiento, en general. Para que sea más fácil de entender, esta analogía puede ayudar: su cuerpo necesita la cantidad adecuada de nutrientes para funcionar mejor, de forma muy parecida a como un coche necesita gasolina. Sin un suministro continuo de nutrientes y suficientes calorías necesarias para realizar actividades físicas y mentales, su cuerpo puede volverse lento y cansado a diario. La buena noticia es que -siempre que la falta de energía no esté causada por una enfermedad o una medicación- la fatiga puede solucionarse fácilmente aprendiendo a comer comidas y tentempiés equilibrados que contengan suficientes calorías y nutrientes para mantener el cuerpo en óptimas condiciones. Incluso si la fatiga está causada por una enfermedad subyacente, una medicación o el estrés, comer bien puede ayudar a aumentar los niveles de energía y contrarrestar el cansancio excesivo.
No basta con comer para evitar el hambre durante el día. Además, tenga en cuenta que si su cuerpo supera la ingesta de calorías, esto puede causar un mayor cansancio. Los alimentos que elija para comer son esenciales. Sin embargo, comer en exceso también puede causar fatiga, ya que hace que el proceso digestivo trabaje en exceso y puede contribuir a la sensación de letargo. La clave para una alimentación saludable es elegir alimentos clave que contengan los nutrientes adecuados y consumir estas comidas o tentempiés en porciones apropiadas.
Los alimentos ricos en nutrientes que pueden ayudar a combatir la fatiga no son difíciles de encontrar. Opte por muchas frutas y verduras frescas. Las verduras no deben cocinarse en exceso, ya que al hacerlo se pierden nutrientes. La carne roja y las espinacas aportan el hierro necesario, mientras que los pescados como el atún o el salmón contienen grasas omega-3, todas ellas útiles para combatir la fatiga. También se pueden obtener proteínas consumiendo pescado, carne magra y legumbres. Los frutos secos ofrecen un impulso proteico y son un buen tentempié. Elija pasta, arroz, pan y cereales integrales para completar una dieta equilibrada que combata la fatiga.
Si sospecha que su fatiga se debe a unos malos hábitos alimenticios, cambiar su dieta puede ser todo lo que necesita para sentirse con energía a diario. Sin embargo, hay condiciones médicas que pueden causar fatiga. Es importante que hable de ello con su médico para determinar si su fatiga puede deberse a un problema de salud subyacente. Mientras tanto, siéntase libre de seguir hábitos alimenticios saludables porque el resultado final será una persona más saludable.
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