Si crees que lo hemos tenido todo en 2020, y que ya nada puede sorprendernos o asustarnos, es hora de que te prepares. Como si el nuevo y mortal coronavirus no fuera suficiente para hacernos la vida imposible, una cepa de ameba comecerebros está causando una gran preocupación en Estados Unidos y otras naciones. Bautizada como Naegleria fowleri, la ameba se está extendiendo ahora al norte de Estados Unidos. Anteriormente, los casos se limitaban al sur del país, pero el cambio climático puede estar detrás de esta inesperada propagación.

En septiembre de este año, la noticia de que un niño de seis años de Texas perdía la vida a causa de la ameba comecerebros provocó una gran conmoción en Estados Unidos. El niño, que expiró el 8 de septiembre, estaba infectado por la ameba, que posteriormente se encontró en el suministro de agua de su comunidad.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los casos se están extendiendo hacia los estados del Medio Oeste. Si bien los CDC han confirmado que uno no puede infectarse por beber agua contaminada con la ameba, el microorganismo puede volverse mortal para uno si el agua contaminada entra en la nariz de una persona.

La ameba entra en el cuerpo a través de las membranas nasales y penetra hasta el cerebro, provocando una potente migraña, hipertermia, rigidez de cuello y vómitos, y luego mareos, fatiga extrema, confusión y alucinaciones.

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En un nuevo estudio publicado en la revista Emerging Infectious Diseases, la propagación de N. fowleri puede atribuirse al «aumento de las temperaturas y el consiguiente incremento del uso de las aguas recreativas». Sin embargo, serán necesarias más investigaciones para corroborar las afirmaciones. Además, también se ha producido un aumento de los casos de la infección en todo el mundo, que puede deberse a los cambios en la capacidad de diagnóstico internacional.

Según los informes, la Naegleria fowleri vive en el agua dulce caliente y en el suelo. Como la ameba tiene que entrar por la nariz, nadar en ese tipo de agua también puede resultar perjudicial. La enfermedad causada por esta ameba se conoce como meningoencefalitis amebiana esencial (PAM).

El CDC también ha clasificado las infecciones por Naegleria fowleri como raras. Echando un vistazo a los datos, ha habido 34 casos de infección en los 10 años (2010-2019). Además, estas infecciones suelen producirse en los meses de verano de julio, agosto y septiembre, ya que la temperatura sigue siendo un poco cálida, lo que da un entorno perfecto para que la ameba crezca.

La peor parte es que no hay ninguna prueba diseñada hasta ahora para detectar la presencia de la ameba en el cuerpo. Por lo tanto, el paciente puede tardar días en reflejar los síntomas, que pueden resultar mortales.