Sean Gallup-Getty Images/Thinkstock

(1938-2018). El primer africano negro que ocupó el puesto de secretario general de las Naciones Unidas (ONU) fue Kofi Annan. Este diplomático de carrera hablaba varias lenguas africanas, inglés y francés y era muy respetado en la comunidad internacional. Ganó el Premio Nobel de la Paz en 2001.

Kofi Atta Annan nació en Kumasi, Costa de Oro (actual Ghana), el 8 de abril de 1938, hijo de Henry y Victoria Annan. Su familia procedía de la costa del cabo en el océano Atlántico, pero Annan pasó la mayor parte de su infancia en la ciudad interior de Bekwai. Su padre fue elegido gobernador de la provincia de Ashanti y fue jefe del pueblo Fante. El joven Annan estudió en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Kumasi y obtuvo una beca de la Fundación Ford que le permitió estudiar en Estados Unidos, en el Macalester College de Minnesota. Mientras estudiaba economía allí, en 1960, ganó el concurso de oratoria del estado de Minnesota. Obtuvo un certificado de postgrado en economía en el Instituto de Estudios Internacionales Avanzados de Ginebra, Suiza.

De 1962 a 1971, Annan trabajó para la ONU como oficial de administración y presupuesto en la Organización Mundial de la Salud en Ginebra. En 1972 obtuvo un máster en gestión en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, donde fue becario de Alfred P. Sloan. De 1974 a 1976, Annan fue director general de la Compañía de Desarrollo Turístico de Ghana. Esos fueron sus únicos años fuera de la ONU.

La carrera de Annan hasta llegar a la dirección de la ONU pasó por puestos tan cotidianos como el de secretario general adjunto de planificación de programas, presupuesto y finanzas, hasta el de jefe de recursos humanos y coordinador de seguridad, director del presupuesto, jefe de personal del alto comisionado para los refugiados y funcionario administrativo de la Comisión Económica para África. Cuando Irak invadió Kuwait en 1990, Annan fue responsable de sacar a cientos de miles de trabajadores asiáticos de Kuwait. Estuvo a cargo de las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU como subsecretario a partir de marzo de 1993. Annan también fue representante especial de la ONU en la antigua Yugoslavia. Fue ampliamente elogiado por su diplomacia en la aplicación del acuerdo entre serbios, musulmanes y croatas de Bosnia. También dirigió operaciones de mantenimiento de la paz en Burundi, Somalia y Zaire (actual República Democrática del Congo).

Tras casi cuatro décadas de servicio a las Naciones Unidas, Annan fue designado para dirigir la organización, siendo la primera vez que un secretario general era elegido de entre las filas del personal de la ONU. Sucedió a Boutros Boutros-Ghali en diciembre de 1996 como séptimo secretario general permanente de la ONU, tras un polémico periodo de designación en el que Estados Unidos fue el único país miembro que se posicionó en contra de la reelección de Boutros-Ghali. Annan se ganó rápidamente el apoyo del Consejo de Seguridad después de que otros tres candidatos africanos en consideración retiraran sus nombres de la lista de candidatos con la esperanza de crear un consenso para un secretario general de África. Annan fue elegido por aclamación e inmediatamente se puso a trabajar en un plan de reforma que se pondría en marcha en 1997.

La visión de Annan para la ONU incluía el mantenimiento de la paz y el establecimiento de normas para el derecho internacional, haciendo hincapié en los valores de igualdad, tolerancia y dignidad humana que exige la carta de la ONU. Aportó un profundo compromiso para lograr una ONU más eficiente y ágil y una defensa inquebrantable de los derechos humanos universales. Uno de sus primeros retos como Secretario General fue convencer a Estados Unidos de que empezara a pagar los 1.400 millones de dólares de cuotas atrasadas que el país debía. Annan consideraba que la lucha contra el VIH/SIDA era una prioridad personal, y pidió la creación de un fondo mundial que ayudara a aumentar el flujo de dinero para la atención sanitaria en los países en desarrollo.

Annan utilizó su influencia en varias situaciones políticas. Entre ellas, sus esfuerzos por convencer a Irak de que cumpliera las decisiones del Consejo de Seguridad y su papel en la transición a un gobierno civil en Nigeria. En 1999, Annan facilitó una respuesta internacional a la violencia generalizada en Timor Oriental. No contento con centrarse únicamente en los derechos de los ciudadanos de todo el mundo, Annan también intentó mejorar la posición de las mujeres que trabajaban en la Secretaría de la ONU, y empezó a establecer relaciones más sólidas con las organizaciones no gubernamentales. En junio de 2001, Annan fue reelegido por unanimidad para un segundo mandato como secretario general. Ese mismo año, el comité del Nobel concedió el Premio Nobel de la Paz conjuntamente a Annan y a la ONU, en lo que fue el centenario del venerable galardón.

En 2005, Annan estuvo en el centro de la controversia a raíz de una investigación sobre el programa «petróleo por alimentos». Este programa había permitido a Irak -bajo la supervisión de la ONU- vender una cantidad determinada de petróleo para comprar alimentos, medicinas y otras necesidades. Un informe describió una importante corrupción dentro del programa y reveló que el hijo de Annan formaba parte de una empresa suiza que había obtenido un contrato de petróleo por alimentos. Aunque Annan fue absuelto de las acusaciones, fue criticado por no haber supervisado adecuadamente el programa. El segundo mandato de Annan al frente de la ONU terminó en 2006.

En 2007, Annan fue nombrado presidente de la Alianza para una Revolución Verde en África, una organización que ayuda a los pequeños agricultores. Ese mismo año fundó la Fundación Kofi Annan, una organización sin ánimo de lucro que promueve la paz, el desarrollo sostenible, los derechos humanos y el estado de derecho.

Annan siguió desempeñando un papel en la diplomacia internacional. Ayudó a resolver la crisis electoral de Kenia que comenzó a finales de 2007, y finalmente negoció un acuerdo de reparto del poder entre el gobierno y la oposición en febrero de 2008. En 2012, Annan actuó como Enviado Especial Conjunto para Siria, país asolado por la guerra civil, pero no pudo resolver el conflicto.

Annan fue coautor de varias obras. Su libro de memorias Intervenciones: Una vida en la guerra y la paz (coescrito con Nader Mousavizadeh) se publicó en 2012. Annan murió el 18 de agosto de 2018 en Berna, Suiza.