Bienvenidos a la antigua Pompeya

Ruinas de Pompeya

Pompeya es una de las pruebas más significativas de la civilización romana y, como un libro abierto, proporciona una información extraordinaria sobre el arte, las costumbres, los oficios y la vida cotidiana del pasado.
La ciudad ha resurgido de la oscuridad de los siglos precisamente tal y como estaba cuando quedó inesperadamente sepultada en la gruesa capa de ceniza y lava que vertió la devastadora erupción del Vesubio. Era el año 79 d.C. La magnitud de la tragedia fue espantosa: en lo que había sido uno de los centros romanos más activos y espléndidos, la vida se paralizó definitivamente.
La gruesa capa de material volcánico que la sumergió, compuesta en gran parte por cenizas y lapilli -material no duro, a diferencia del que cubría Herculano y que se solidificó en piedra de extrema dureza- ha permitido que la ciudad se mantenga intacta hasta nuestros días, no sólo en lo que respecta a sus edificios, sino también en lo que se refiere a los contenidos del interior de las casas y de los comercios, proporcionando una imagen absolutamente fascinante de la vida «cotidiana».
Las paredes de las casas están cubiertas de mensajes de propaganda electoral o de bromas picantes dirigidas a determinados ciudadanos. Los carteles en los portales de las tiendas indican la actividad que allí se desarrolla o el nombre del propietario. Junto a las elegantes villas de la nobleza y las lujosas residencias de la clase media, se levantan modestas casas donde vivían varias familias.
Las viviendas de los campesinos, en cambio, se sitúan en torno a huertos o pequeñas parcelas. En las afueras de la ciudad se encontraban los burdeles, habitaciones escuálidas destinadas a ser lugares de placer para los marineros y los viajeros de paso, en las estrechas callejuelas, los talleres y los cuartos de servicio proporcionan una prueba más de la rutina diaria realizada por los obreros y los esclavos, así como por las mujeres de la casa. En las casas aún se conservan muebles, adornos, orfebrería, herramientas de trabajo, utensilios de cocina, lámparas de bronce y terracota, alimentos de todo tipo, mostradores para servir bebidas, molinos de grano y muelas, talleres de fabricación de telas, herrerías y puntos de venta de comestibles, frutas y verduras.
Hay un notable registro de la pintura romana, de la que, sin los hallazgos realizados en Pompeya, no se conocería prácticamente nada.
La arquitectura y el desarrollo de los distintos tipos de casas también están ampliamente documentados. Así pues, la ciudad excavada proporciona una evidencia histórica excepcional de la civilización romana: estos recuerdos del pasado, que son tan vívidos y tangibles en los restos sacados a la luz, contribuyen a la fascinación del presente.

Detalles Escrito por Pompei Online Categoría: Pompeya Publicado: 18 marzo 2020 Última actualización: 05 Abril 2020