Cuando un perro o un gato pierde un diente, el espacio puede ser llenado con un implante dental. Los dentistas veterinarios están reemplazando los dientes perdidos con implantes al igual que los dentistas humanos hacen para las personas. En el caso de los perros de trabajo que utilizan la boca para detener a sospechosos, recuperar presas o recoger llaves para personas discapacitadas, los implantes dentales les permiten continuar con su trabajo. Se han colocado implantes dentales en animales salvajes que les permiten capturar presas y volver a su entorno natural.
Pero los implantes dentales no son para todos los perros o gatos. Los implantes exitosos requieren un hueso fuerte para sostener el implante. La mayoría de los perros y gatos que veo pierden los dientes debido a la enfermedad periodontal. Las bacterias liberan enzimas que actúan con el tiempo para destruir las estructuras que mantienen los dientes en su sitio. La enfermedad periodontal se clasifica en cuatro etapas basadas en la cantidad de pérdida de soporte. Más información se puede encontrar en mi post, «La enfermedad periodontal en perros y gatos». Si no se eliminan las bacterias de alrededor del implante, éste sufrirá el mismo destino que el diente al que sustituyó.
Antes de colocar implantes en la boca de un perro o gato, recomiendo una evaluación honesta del cuidado en casa. ¿Será posible el cepillado diario con la rutina de la familia? ¿Lo permitirá el perro o el gato? Si la respuesta a cualquiera de estas preguntas es no, entonces una simple extracción sería mejor para la mascota. Recuerde que los implantes pueden infectarse y provocar dolor, al igual que ocurre con algunos dientes.
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