El primer año con el bebé está lleno de maravillas

¿No es sorprendente que los hospitales envíen a los bebés indefensos a casa con padres que no tienen ni idea ni manual de instrucciones? Oh, las preocupaciones que han plagado la mente de esta mamá desde el primer día con mis bebés: ¿Están sanos? ¿Van por buen camino? ¿Estoy haciendo lo suficiente? ¿Demasiado? ¿Lo estoy haciendo bien? Seguro que has oído el dicho «Detrás de cada gran niño hay una madre que está muy segura de que lo está estropeando todo». (¡Predica, autor desconocido!)

Por suerte, la mayoría de los padres lo consiguen antes de que pase mucho tiempo. Y, afortunadamente, existen algunos recursos estupendos que los padres y los pediatras pueden utilizar para ayudar a calibrar si los niños progresan según lo previsto, y para intervenir a tiempo si hay retrasos.

Jane Squires, doctora, es una experta en desarrollo infantil y en la identificación temprana de retrasos. Destaca la importancia de implicar a los padres en el seguimiento del desarrollo de los niños pequeños. Después de todo, ¿quién conoce mejor al niño? Squires es la autora principal del Ages & Stages Questionnaires®, Third Edition (ASQ®-3). El ASQ-3 suele ser utilizado por los pediatras y las guarderías, junto con los padres y cuidadores, para detectar retrasos en el desarrollo de los niños pequeños.

Habilidades a las que hay que prestar atención

¿Qué tipo de hitos del desarrollo deben observar los padres, cuando se trata de bebés con un desarrollo típico durante el primer año? Los Centros de Control de Enfermedades (CDC) nos ofrecen un desglose de algunos comportamientos dignos de mención para la mayoría de los bebés.

  • A los 2 meses: empieza a sonreír a la gente; se lleva las manos a la boca y las chupa; emite sonidos de arrullo; gira la cabeza hacia el sonido; empieza a seguir las cosas con los ojos y a reconocer a la gente a distancia; mantiene la cabeza levantada y empieza a empujar cuando está boca abajo.
  • A los 4 meses: observa atentamente las caras; copia algunas expresiones faciales; comienza a balbucear y a copiar sonidos, llora de diferentes maneras para indicar si tiene hambre, está herido o cansado; responde a las muestras de afecto; alcanza un juguete con una mano; sigue los objetos en movimiento con los ojos; empuja hasta los codos cuando está boca abajo; tal vez ruede de la barriga a la espalda.
  • A los 6 meses: sabe si las caras son familiares o extrañas; responde a las emociones; le gusta mirarse en el espejo; responde a su nombre; encadena vocales y empieza a decir sonidos consonantes cuando balbucea; muestra curiosidad y motivación para coger cosas que están fuera de su alcance; se da la vuelta en ambas direcciones; empieza a sentarse sin apoyo; se pasa las cosas de mano en mano.
  • Al año: tienen cosas y personas favoritas; lloran cuando mamá o papá se van y se ponen nerviosos con los extraños; repiten sonidos o acciones para llamar la atención; extienden el brazo o la pierna para ayudar a vestirse; juegan a juegos como el cucú o la palmadita; le dan un libro para que escuche un cuento; intentan decir las palabras que usted dice; utilizar gestos sencillos como negar con la cabeza o decir adiós con la mano; encontrar cosas escondidas con facilidad; empezar a utilizar cosas correctamente (cepillarse el pelo, beber de un vaso); meter o sacar cosas de un recipiente; seguir instrucciones sencillas como «coge el juguete»; puede ponerse de pie solo o dar pasos sin sujetarse.

En caso de que se sospeche de la existencia de retrasos, ¡no se asuste! La intervención temprana es clave. La identificación temprana de posibles retrasos le pone en el camino de conseguir los apoyos necesarios para ayudar a su hijo a conseguir mejores resultados. Hable con su pediatra sobre el desarrollo de su hijo y sobre cualquier preocupación que tenga. Tendrá muchos consejos, así como opciones de derivación para que usted busque recursos adicionales si los necesita. También puedes hacer algunos deberes en Internet. Al final de esta columna y en la página web agesandstagesresearch.com, en el apartado de recursos para los padres, hay algunas páginas web muy buenas.

Cómo pueden ayudar los padres

La interacción de calidad entre padres e hijos marca una gran diferencia a la hora de favorecer un desarrollo saludable. Tírese al suelo y juegue. Léeles. Acarícialos. Haz cosas juntos. Ve a sitios. Explora e identifica cosas nuevas. Narrar el viaje por los pasillos del supermercado. Hablar y cantar. Haz que tu prioridad sea estar presente y participar. «Es lo más importante que los padres pueden hacer por sus hijos», dice Squires.

Squires sugiere algunas actividades sencillas que los padres pueden probar con sus hijos:
Con los bebés de 1 a 4 meses de edad:

  • Cántale canciones sencillas con frases repetidas. La repetición ayuda al bebé a aprender y a escuchar.
  • Mientras el bebé está tumbado de espaldas, sostenga un juguete de colores brillantes por encima de su cabeza en la línea de visión, y muévalo lentamente de un lado a otro para ver si su mirada sigue el juguete.
  • En un buen día, lleve al bebé a dar un paseo por la naturaleza, hablando de las cosas que ve. El bebé disfrutará del sonido de tu voz y del estímulo de estar al aire libre y ver nuevas vistas.
  • Sienta al bebé en tu regazo y agita suavemente un sonajero de un lado y luego del otro. Observa si el bebé busca la fuente del ruido.

Con los bebés de 4 a 8 meses de edad:

  • Dale una cuchara para que la coja, la sostenga, la mastique, la golpee contra algo o la deje caer.
  • Coloca un espejo irrompible cerca del bebé para estimularlo visualmente. ¿Entienden su reflejo? Mírense juntos en el espejo y saluden.
  • Coloque al bebé boca abajo con sus objetos favoritos cerca, pero lo suficientemente lejos como para fomentar el alcance y el movimiento.
  • Con el bebé mirando hacia usted, cambie las expresiones faciales (gran sonrisa, sacar la lengua, levantar las cejas, etc.). Dale al bebé un turno para que haga las caras e imite lo que hace.

Con los bebés de 8 a 12 meses de edad:

  • Haz un sencillo rompecabezas para el bebé poniendo pelotas de ping pong en un molde para magdalenas o en un cartón de huevos. O bien, haz un agujero redondo en la tapa de una lata de café y deja que el bebé deje caer pinzas de madera o pelotas de ping pong en su interior.
  • Juega a la pelota. Haz rodar una pelota de playa o una pelota nerf hacia el bebé y haz que un compañero le ayude a hacerla rodar (o lanzarla) hacia ti.
  • Deja que el bebé elija, ofreciéndole dos juguetes o alimentos y viendo cuál elige. Anímele a señalar o alcanzar para mostrar su preferencia y expresar lo que le gusta o no.
  • Diga «Hola» o «Adiós» y salude con la mano al entrar o salir de una habitación, animando al bebé a imitar estos primeros gestos.

Con los bebés de 12 a 16 meses de edad:

  • Coloque un gran trozo de papel para dibujar en una mesa y muéstrele al bebé cómo hacer garabatos con crayones grandes o pintar con agua.
  • Cuando el bebé esté aprendiendo a caminar y a agarrarse a los muebles de la habitación, disponga los muebles con pequeños espacios entre ellos para animar al bebé a atravesar los huecos utilizando el equilibrio.
  • Muéstrele al bebé que todo tiene un nombre. Ayúdale a aprender nombrando repetidamente objetos comunes, partes del cuerpo, personas, etc.
  • ¡Deja que el bebé te ayude a limpiar! Juegue a «dar de comer a la papelera» o a «dar esto a mamá o a papá».

Pruebas gratuitas disponibles

Los padres tienen la oportunidad de probar un cuestionario de evaluación del desarrollo de ASQ de forma gratuita en línea en cualquier momento en www.agesandstagesresearch.com (sin obligaciones; y no se recogen nombres ni direcciones personales). Cada cuestionario tarda unos 10-15 minutos en completarse. Las respuestas se basan en sus observaciones de su hijo en entornos naturales, y se centran en la comunicación, la motricidad gruesa, la motricidad fina, la resolución de problemas y las habilidades personales y sociales. Puede ver una copia de los resultados del cribado de su hijo por correo electrónico y/o descargarlos al final de la sesión, y obtener actividades de juego y aprendizaje específicas que se ajusten a la edad de su hijo, así como recursos sugeridos si le preocupa el riesgo de retraso.

Apaciguar las preocupaciones

Otro dicho que he oído es «la preocupación no quita los problemas de mañana, sino que quita la paz de hoy» (Randy Armstrong). Es más fácil decirlo que hacerlo, sin duda. Pero cuando los padres pueden recibir un poco de estímulo para sentirse más competentes y seguros en su papel de cuidadores, y cuando los niños pueden recibir apoyo adicional para alcanzar hitos importantes, eso ayuda a calmar las preocupaciones. La paz sea contigo, mamá. Tú puedes!

Recursos adicionales para padres:
Cuestionarios de edades &Etapas
www.agesandstages.com
www.agesandstagesresearch.com

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
www.cdc.gov/ncbddd/actearly/milestones
www.cdc.gov/ncbddd/childdevelopment/positiveparenting/toddlers.html
https://www.cdc.gov/ncbddd/actearly/concerned.html

Academia Americana de Pediatría
https://www.healthychildren.org/english/ages-stages/baby