El lenguaje verbal tiene que ver tanto con lo que dices como con la forma en que lo dices, lo que puede cambiar por completo la percepción de tu audiencia sobre el contenido de tu charla.

Minimizar los tics verbales

Aparte del registro lingüístico, que debe ser correcto y adecuado para el público, lo primero en lo que piensa la gente con respecto a la oratoria son los tics lingüísticos.

Son las cosas que uno repite sin cesar, sin siquiera ser consciente de ello.

👩🏻 (Laurène): Por ejemplo, yo siempre digo «de hecho». Es difícil deshacerse de él, pero con el entrenamiento, estoy empezando a decirlo con menos frecuencia.

Generalmente, uno utiliza estos tics donde habría puntuación (una coma o un punto final), cuando, en cambio, debería haber una pausa o una respiración.

Si no sabe si tiene tics lingüísticos, haga esta prueba: grábese mientras habla (no lea un texto, o no funcionará) sobre un tema de su elección que no requiera preparación.

👨🏻 (Stéphane): Imagina que estás hablando con unos amigos sobre tu película favorita. A continuación, vea el vídeo y debería verlo (o escucharlo) inmediatamente.

Para minimizar sus tics verbales, tome conciencia de ellos lo suficiente como para escucharlos cada vez que salgan de su boca.

  • Si sus tics son palabras, prepare de antemano sinónimos y oblíguese a utilizarlos en su charla.

  • Si sus tics son sonidos, sustitúyalos por pausas silenciosas y respire.

La preparación ayuda a superar el estrés, la incertidumbre y la improvisación; así que es una excelente forma de eliminar progresivamente los malos hábitos.

Maneja tu ritmo de habla

El ritmo de habla es la velocidad a la que hablas.

Hablar a la velocidad adecuada es muy importante para enganchar a la audiencia.

No hables demasiado rápido

Si hablas demasiado rápido, inundarás a tu audiencia; se sentirán un poco abrumados, aplastados y sobrecargados de información.

👩🏻 (Laurène): Tiendo a hablar muy rápido – y, en general, cuanto más enérgicamente quiero presentar mi charla, más rápido hablo. Eso es un error. No debería confundir la velocidad con la energía.

Hablar rápido es la consecuencia de utilizar frases demasiado largas. Para disminuir el ritmo del discurso, priorice el uso de frases cortas. Eso te hace marcar las pausas, los silencios entre frases.

No hables demasiado despacio

Si tiendes a hablar demasiado despacio, corres el riesgo de aburrir a tu público y de que se duerma. En ese caso, acorta las pausas que haces entre cada frase y elimina las que no deberían estar ahí. No debe haber pausas inútiles y repetidas en medio de las frases, a menos que sea para marcar la puntuación (coma para respirar).

Hablar demasiado rápido o demasiado lento puede hacer que pierdas a tu audiencia. Esto puede deberse simplemente a que das la impresión de no prestarles atención.

Enfatiza las palabras importantes

Para enganchar a tu audiencia, tienes que mostrarles explícitamente lo que quieres que retengan. Se trata de marcar y subrayar deliberadamente las palabras cuando son importantes. Son como palabras en negrita que se destacan oralmente, se dicen más alto y con más empuje. Esto tiene la ventaja de puntuar el contenido y guiar a la audiencia en la comprensión de lo que se dice.

¿Cómo se sabe qué palabras son importantes?

Eso es fácil. Son las palabras clave que son aquellas que, por sí solas, resumen una charla o un contenido. Recordando la charla de Ken Robinson de la primera sección del curso, es fácil encontrar sus palabras clave: «educación», «creatividad», «talento», etc.

Para ayudarte, imagina que las frases que dices son como tuits que de vez en cuando das #s.

Si has redactado tu texto:

  • Resalta, subraya o rodea (como prefieras) todas las palabras importantes.

  • Lee tu texto en voz alta haciendo hincapié en las palabras que has subrayado.

  • Vuelve a empezar y repite hasta que el ejercicio te resulte casi natural.

  • Por último, entrénate sin tus apuntes, para entregar tu contenido.

Una vez que domines la técnica de las palabras en negrita, un impulso extra es apoyarlas con un gesto de la mano, uno diferente a los otros gestos que haces más mecánicamente.

De este modo darás un empujón extra a la audiencia para que te siga: les guiarás no sólo oralmente, sino también visualmente.

Resumen

Aquí termina la segunda sección de este curso. Ya hemos visto cómo utilizar un lenguaje corporal eficaz y eliminar los tics verbales.

Nos volveremos a encontrar después del examen para ver cómo dominar tu presentación en diferentes escenarios.