Objetivo: El presente estudio se planteó para evaluar la eficacia y la fiabilidad diagnóstica de la biopsia pleural parietal concomitante a una técnica de biopsia pleural visceral.
Método: El estudio comprende 54 casos diagnosticados de derrame pleural y tras establecer el diagnóstico clínico de las probables causas etiológicas. A continuación, se realizó una biopsia pleural parietal con una aguja de biopsia en sacabocados y una biopsia pleural vesceral con la técnica de Prabhudesai et al en todos estos pacientes. Se comparó el rendimiento del tejido, el porcentaje de biopsias, el rendimiento diagnóstico y la sensibilidad de estas dos técnicas.
Resultados: Se pudo llegar a un diagnóstico etiológico definitivo en 52 de los 54 pacientes sobre la base de la biopsia pleural (33 tuberculosos, 16 malignos y 3 piógenos), 23 (69,7%) pacientes con derrame tuberculoso fueron diagnosticados por biopsia pleural visceral y 14 (42,4%) por biopsia pleural parietal de los 33 casos de derrame tuberculoso diagnosticados. Mientras que en los 16 derrames malignos la biopsia pleural visceral mostró cambios histológicos sugestivos en 13 (81,25%) pacientes y la biopsia pleural parietal en siete (43,8%), siendo cinco (31,25%) de estos pacientes positivos en ambas. Los tres derrames piógenos sólo mostraron un cambio inflamatorio inespecífico en ambas pleuras.
Conclusión: El tamaño medio de la muestra de biopsia obtenida con la técnica modificada de Prabhudesai et al fue significativamente mayor que el de la biopsia pleural parietal con punzón de Abrams (4,85 mm2 V/s 2,5 mm2 con P < 0,01). El tejido pleural adecuado fue identificable en el 94,4% y el 90,7% de los casos, respectivamente. La técnica modificada de Prabhudesai et al demostró ser eficaz, segura y fácil de aprender. El muestreo pleural visceral mediante esta técnica es una adición definitivamente superior al actual armamento diagnóstico de un derrame pleural idiopático y su aplicación rutinaria junto con la biopsia pleural parietal ayudará a establecer un diagnóstico definitivo en la mayoría de los pacientes con derrames pleurales idiopáticos.
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