A pesar de los titulares sensacionalistas de las noticias y de las investigaciones puntuales, el grueso de las pruebas sigue demostrando que las dietas más bajas en grasas saturadas reducen nuestro riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
La relación entre un mayor consumo de grasas saturadas, el colesterol elevado en sangre y las enfermedades cardíacas está bien establecida.
La evidencia actual apoya la sustitución de las grasas saturadas (como las que se encuentran en la mantequilla, el aceite de coco y la carne grasa) por grasas insaturadas (como las que se encuentran en los frutos secos, las semillas, el pescado azul, el aguacate y los aceites vegetales saludables) para reducir el riesgo de enfermedades del corazón. Por lo tanto, la posición de la Fundación del Corazón sigue siendo la misma: que debemos seguir sustituyendo las grasas saturadas de nuestra dieta por grasas insaturadas.
¿Qué dicen las pruebas?
- La sustitución de las grasas saturadas por grasas poliinsaturadas disminuye el colesterol LDL (no saludable) y la relación colesterol total/HDL
- La Organización Mundial de la Salud encontró pruebas convincentes de que la sustitución de las grasas saturadas por grasas poliinsaturadas reduce el riesgo de enfermedades cardíacas
- Se ha calculado que la sustitución del 5% de la energía procedente de las grasas saturadas por grasas poliinsaturadas reduce el riesgo de enfermedades cardíacas en un 10%
- La sustitución de las grasas saturadas por alimentos con carbohidratos refinados (Ej.
¿Cuántas grasas saturadas consumen los kiwis?
- Para su corazón, se recomienda limitar la ingesta de grasas saturadas y trans* al 8% de la energía total.
- La última encuesta nacional sobre nutrición en adultos nos indica que, de media, nuestra ingesta de grasas saturadas es superior a la recomendada, con un 13% de la energía diaria.
* Las margarinas neozelandesas suelen ser muy bajas (es decir, <1%) en grasas trans. En la actualidad, los neozelandeses comen muy por debajo de los niveles máximos de grasas trans recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
¿Mantequilla o margarina?
Aunque consumir pequeñas cantidades de mantequilla de vez en cuando no debería ser un problema para la mayoría de las personas, la evidencia clara e inequívoca sigue siendo que hay grasas mucho más saludables para nuestro corazón. Es mejor para nuestro corazón sustituir las grasas saturadas por las insaturadas. Una forma de hacerlo es cambiar la mantequilla por la margarina para untar.
Para aquellos que decidan no utilizar margarina para untar, considere el aguacate, el hummus, los aceites vegetales (como el de oliva o el de aguacate) y las mantequillas de frutos secos o semillas como buenas opciones para un enfoque menos procesado y más integral. También puede optar por no utilizar ninguna pasta para untar.
Aparte del debate entre la mantequilla y la margarina, debemos recordar que lo que cuenta es nuestro patrón dietético completo. La evidencia total disponible nos dice que un patrón dietético saludable para el corazón se basa en gran medida en alimentos mínimamente procesados e incluye muchas verduras y frutas; algunos cereales integrales en lugar de granos refinados; legumbres; frutos secos; semillas; y otras fuentes de grasas saludables como el pescado azul o el aceite de oliva; y puede contener carnes magras no procesadas o aves de corral y/o lácteos.
Siguiendo este patrón, las grasas de nuestra dieta se cuidarán solas.
¿Todavía te sientes confundido sobre las grasas saturadas y la mantequilla? Hemos recopilado algunas de las preguntas más frecuentes y hemos dado nuestras respuestas.
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