La colonografía por tomografía computarizada (CTC) es una herramienta útil para la detección del cáncer de colon. Sin embargo, el reto consiste en determinar qué lesiones son más peligrosas: ¿deben tratarse algunas de forma agresiva y otras simplemente vigilarse o ignorarse? ¿Importa el tamaño?
En el número de julio de Clinical Gastroenterology and Hepatology, Perry Pickhardt et al. evaluaron las tasas de cáncer y displasia de alto grado que se desarrollaron entre más de 5.000 individuos que fueron sometidos a un cribado mediante CTC; los que tenían pólipos de colon fueron seguidos durante 52 meses. Durante este tiempo, ninguno de los pacientes que tenían pólipos pequeños (6-9 mm) desarrolló una neoplasia y sólo el 0,4% desarrolló una displasia de bajo grado. Por tanto, los pólipos pequeños parecen ser inofensivos, aunque estos valores son inferiores a los de estudios anteriores. Los autores señalan que los estudios más antiguos se realizaron en cohortes sintomáticas de alto riesgo y que este estudio refleja con mayor precisión a la población general.
Los pólipos más grandes, sin embargo, suponen una mayor amenaza. Pickhardt et al. descubrieron que la incidencia de cáncer aumentaba con el tamaño del pólipo: el 91% de todos los adenomas avanzados y el 100% de los casos de cáncer procedían de individuos con lesiones de 10 mm o más. Por lo tanto, los autores proponen una estrategia de gestión menos agresiva para las personas con pólipos pequeños y 3 cm como «punto de no retorno» en la progresión de una lesión colónica benigna a una malignidad. Algunos investigadores han propuesto 15-20 mm como umbral para la polipectomía, que es costosa y puede tener complicaciones.
El gráfico de barras de la frecuencia de cáncer y displasia de alto grado según el tamaño del pólipo muestra la importancia crítica del tamaño de la lesión para predecir la relevancia clínica. Cabe destacar que la displasia de alto grado y la malignidad son raras entre los pólipos de menos de 20 mm.
Es difícil establecer un tamaño de corte firme para los pólipos porque las tasas de crecimiento de los adenomas y la progresión displásica no son lineales, lo que podría explicar el hecho de que los pacientes del estudio de Pickhardt tuvieran más pólipos >30 mm que en el rango de 20-29 mm. ¿Qué ocurre si un paciente tiene numerosas lesiones pequeñas? ¿Corre un mayor riesgo de padecer cáncer que una persona con menos pólipos?
Se necesitan estudios de coste-beneficio; el coste de identificar los cánceres en fase temprana es elevado y los intervalos de vigilancia adecuados para las lesiones grandes podrían ser demasiado cortos para ser rentables.
Aunque la AGA mantiene que la colonoscopia es el estándar de oro para la detección y prevención del cáncer colorrectal (CCR), reconoce que la colonografía por tomografía computarizada (CTC), si se realiza correctamente, es una tecnología valiosa que puede aumentar las tasas de cribado y, por tanto, reducir la incidencia de la mortalidad por CCR.
Pickhardt J, Hain KS, Kim DH, et al. Tasas bajas de cáncer o displasia de alto grado en los pólipos colorrectales recogidos en el cribado por tomografía computarizada. Clin Gastroenterol Hepatol 2010;8:610-615.
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