El molusco contagioso es una enfermedad vírica de la piel caracterizada por pápulas discretas, múltiples y de color carne. Está causada por un virus de ácido desoxirribonucleico envuelto, altamente infeccioso, llamado virus del molusco contagioso (MCV). El molusco contagioso es muy frecuente en niños, adultos sexualmente activos y pacientes inmunodeprimidos, especialmente los infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana. La transmisión del MCV suele producirse por contacto directo piel con piel. Las infecciones en la infancia suelen estar relacionadas con la asistencia a piscinas. Los adultos se infectan generalmente por contacto sexual. Un contacto íntimo piel con piel es suficiente para la transmisión del virus. En los adultos inmunocompetentes, las verrugas permanecen en la zona genital y las regiones adyacentes de la piel. Sin embargo, en los niños y en los pacientes inmunodeprimidos, suelen verse afectadas varias regiones del cuerpo. La terapia del molusco contagioso debe llevarse a cabo de forma individualizada, no existiendo un tratamiento específico. Para el tratamiento, los métodos físicos como el curetaje y la crioterapia, los ácidos tópicos (por ejemplo, el ácido acético) y los álcalis (por ejemplo, el hidróxido de potasio), algunos otros agentes tópicos como la cantaridina y el imiquimod, así como varios agentes sistémicos los tratamientos farmacológicos son, sin embargo, escasos. La prevención eficaz es problemática debido a la alta infectividad del virus. No se dispone de una vacuna.