Sobre el llanto en los niños

Todos los niños lloran cuando tienen hambre, están cansados, incómodos, enfermos o tienen dolor. A veces lloran porque necesitan afecto. Los niños pequeños y los mayores también pueden llorar porque están frustrados, tristes o enfadados, por ejemplo.

Pero a veces puede ser difícil averiguar qué necesitan los niños que lloran, sobre todo si todavía no hablan.

Así que cuando tu hijo llore, empieza por comprobar que no está enfermo o herido. Si no está seguro, pida una cita con su médico de cabecera o llame a su enfermera de salud infantil y familiar.

Si su hijo llora por un motivo que no sea una enfermedad o un dolor, hay muchas cosas que puede hacer para ayudarle.

Nunca sacuda, golpee o haga daño a un niño que llora. Si siente que puede lastimar a su hijo, deténgase antes de hacer algo. Aléjese y respire profundamente. Pida ayuda a alguien.

Niños pequeños: el llanto

El llanto de los niños pequeños se produce por las mismas razones que el de los bebés. Pero los niños pequeños también lloran como una forma de enfrentarse a emociones nuevas y difíciles, como la frustración, la vergüenza o los celos.

Si su hijo está bien físicamente, los siguientes consejos podrían ayudarle a controlar el llanto de su hijo pequeño:

  • Si cree que su hijo puede estar cansado, un descanso podría ayudarle. O puede ofrecerle un rato de tranquilidad escuchando música o un cuento.
  • Si el llanto se produce a la hora de acostarse, es posible que necesite ayuda para calmar a su hijo.
  • Si su hijo está enfadado o tiene una rabieta, llévelo a un lugar seguro para que se calme.
  • Si su hijo está frustrado, intenten buscar una solución juntos. Por ejemplo: «Estás frustrado porque los bloques se caen continuamente. Vamos a intentarlo de nuevo juntos’. Nombrar una emoción permite a tu hijo saber que comprendes sus sentimientos. También le ayuda a aprender a autorregularse.
  • Si tu hijo está de mal humor, prueba a dar un paseo al aire libre, ofrecerle un baño de burbujas o ponerle música y bailar juntos. Se sorprenderá de lo bien que se lo pasan.

Niños en edad preescolar y escolar: el llanto

Los niños tienden a llorar menos a medida que crecen.

Una vez que los niños pueden hablar, les resulta mucho más fácil utilizar palabras para decir por qué están molestos y qué necesitan. También es probable que les resulte más fácil hablar de sus sentimientos.

Si su hijo está bien físicamente, pruebe las siguientes ideas para controlar el llanto de su hijo en edad preescolar:

  • Dé a su hijo la oportunidad de calmarse, y luego pregúntele por qué se siente molesto. Demuestre que le escucha repitiendo los sentimientos de su hijo. Por ejemplo, «Estás triste porque Sam no quiso jugar contigo».
  • Ofrece a tu hijo otras formas de afrontar la situación. Por ejemplo, «¿Qué tal si le pides que se una al juego de Jai?»
  • Asegúrese de que su hijo entiende que está bien tener sentimientos y llorar, por ejemplo, cuando ocurre algo triste o cuando se hace daño. Podría decir algo como: «Ay, yo también lloraría si me golpeara la cabeza».

Si su hijo parece pasar mucho tiempo llorando y actuando con tristeza, considere pedir consejo a su médico de cabecera.

Cuidar de ti mismo cuando tu hijo llora

Si tu hijo llora mucho, es muy importante que cuides de ti mismo.

Si te sientes estresado, ansioso o enfadado, incluso cinco minutos leyendo un libro, dando una vuelta a la manzana o haciendo algo de meditación pueden darte un respiro. O a veces puede ayudar que otra persona se haga cargo por un rato. Si puede, pida a su pareja o a un amigo o familiar que le ayude.

Buscar apoyo es una parte importante del cuidado de uno mismo. Es bueno para ti y para tu familia. El llanto en bebés y niños es una de las razones más comunes por las que los padres buscan ayuda profesional.

Si necesitas apoyo, puedes llamar a tu médico de cabecera o a la enfermera de salud infantil y familiar. Es posible que ofrezcan consultas telefónicas. También puede llamar a Lifeline en el 131 114, a Beyond Blue en el 1300 224 636, o a la línea de ayuda para padres de su estado o territorio.

También debería acudir a su médico de cabecera o enfermera si usted o su pareja lloran mucho, o lloran sin saber por qué. Es posible que necesite ayuda para la depresión, la depresión postnatal en las mujeres o la depresión postnatal en los hombres.

No pasa nada por llorar a veces delante de sus hijos. Tanto para los niños como para los adultos, llorar puede ser una forma saludable de afrontar una pérdida, un dolor o una tristeza importantes. Tu hijo aprende cuándo y cómo expresar emociones como la tristeza, el enfado y la alegría observándote. Ver tus emociones también enseña a tu hijo que tú también tienes sentimientos.